El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), también conocida como encefalomielitis miálgica, es una enfermedad multisistémica que afecta de forma progresiva al sistema inmunitario, neuroendocrino y cardiovascular. El SFC se caracteriza por un estado de cansancio persistente. Además pueden aparecer otros síntomas como debilidad, dolor muscular y articular, deterioro de la memoria e insomnio. Este tipo de enfermedad representa un verdadero desafío tanto en el momento del diagnóstico como en el tratamiento.
Hasta el momento, no se conoce la causa exacta de la enfermedad pero sí que se puede categorizar con una etiología multifactorial, es decir, el desarrollo y la progresión del SFC se deben a diferentes factores predisponentes, desencadenantes y perpetuantes1:
Al tratarse de una enfermedad compleja, es muy importante que se analicen los factores de riesgo de cada paciente, en especial el funcionamiento del tubo digestivo y los procesos patológicos, para poder establecer una estrategia terapéutica adaptada a cada uno. Al observarse en muchos casos alteraciones en el sistema inmune, la Micro-Inmunoterapia puede contribuir a la recuperación y restauración del sistema inmunológico. Es importante recordar que este tipo de método terapéutico se basa en la administración de citoquinas y otras sustancias inmunoreguladoras en diluciones perifisiológicas, respetando los mecanismos naturales del organismo.
Además del control inmunitario, existen otros pilares fundamentales en el tratamiento de pacientes con síndrome de fatiga crónica: el control de la actividad digestiva/absorción, el control metabólico, el control endocrino, el control de la inflamación, el control de la oxidación y el control energético.
De esta forma, con un abordaje multidisciplinar se puede restablecer equilibrio entre los diferentes sistemas del organismo y mejorar la calidad de vida de los pacientes con SFC de manera notable.