La artritis reumatoide, enfermedad autoinmune caracterizada por la inflamación del revestimiento de las articulaciones, afecta a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, todavía se desconocen parte de los mecanismos patológicos que intervienen en su manifestación. Los principales síntomas, entre los que destacan el dolor e hinchazón de las articulaciones afectadas, no son permanentes, sino que se presentan en oleadas intermitentes, lo que dificulta notablemente el estudio de enfermedad. Así, hasta el momento, no ha sido posible caracterizar de forma detallada y secuencial qué procesos moleculares llevan a que se produzcan los episodios más intensos de la enfermedad.

Para resolver este problema, un equipo de Investigadores dirigido por Robert B. Darnell, investigador del Instituto Howard Hughes, ha secuenciado el ARN de múltiples muestras de sangre de diversos pacientes obtenidas de forma periódica a lo largo de cuatro años. Los investigadores llegaron a analizar hasta 364 muestras de un mismo paciente, tomadas en diferentes días, que incluyeron ocho episodios de artritis. Los pacientes que participaron en el ensayo completaron un registro semanal de sus síntomas y utilizaron un sistema de extracción de sangre similar al que se utiliza para analizar la glucosa en diabéticos. Este sistema facilitaba la toma de muestras, ya que los participantes podían, por sí mismos, obtener unas gotas de sangre y enviarlas al laboratorio.

Gracias al exhaustivo análisis de muestras a lo largo del tiempo y su combinación con los registros de síntomas, los investigadores han identificado cambios consistentes en la expresión génica en sangre en las dos semanas previas a un ataque de artritis reumatoide. Y lo más interesante, estos cambios observados son compatibles con los datos de secuenciación de células localizadas en el espacio sinovial, espacio entre las articulaciones donde realmente tiene lugar la acción en un episodio de artritis reumatoide.

A partir de los datos de expresión el equipo ha podido inferir la dinámica de las poblaciones de células de la sangre en la artritis reumatoide. Esto ha permitido, por una parte, detectar la activación de linfocitos B dos semanas antes al ataque de artritis reumatoide. Por otra, ha hecho posible la identificación de un nuevo tipo de célula implicada en la enfermedad, a las que han denominado PRIME (de células proinflamatorias mesenquimales, en sus siglas en inglés). La presencia de estas células circulantes, que aumenta durante la semana previa al episodio de artritis y desaparece durante su desarrollo, llamó la atención de los investigadores, ya que expresan genes propios de los fibroblastos del espacio sinovial y no muestran el perfil de expresión de las células que se encuentran habitualmente en sangre.

Con la información obtenida, los investigadores proponen un modelo de cambios moleculares que ocurren antes y durante un ataque de artritis reumatoide. El primer paso es la activación de linfocitos B, que puede suceder por activadores endógenos, causas ambientales o agentes infecciosos. Una vez activados, los linfocitos B activan a su vez a las células PRIME circulantes, que actúan como precursoras de los fibroblastos inflamatorios que se encuentran cercanos a los vasos sanguíneos en las articulaciones inflamadas de pacientes con artritis reumatoide. Estudios previos han determinado que estos fibroblastos son responsables de mantener la inflamación crónica y promover la degradación del cartílago y el hueso.

Debido al reducido número de participantes en el estudio los resultados del trabajo y, especialmente, el modelo propuesto por los investigadores, deberán ser validados en futuras investigaciones que incluyan más pacientes. De confirmarse, el análisis de expresión génica podría utilizarse para detectar cuándo va a producirse un episodio de artritis, lo que facilitaría el estudio de los factores que inducen o participan en la enfermedad y, sobre todo, ofrecería un marco de actuación para desarrollar posibles estrategias terapéuticas. Refiriéndose a las células PRIME, Robert Darnell, director del estudio, destaca que, si realmente tienen un papel en causar los episodios, entender sus aspectos únicos podría hacer posible abordarlos con un fármaco y deshacernos de ellos.

Artículo original: Orange DE, et al. RNA Identification of PRIME Cells Predicting Rheumatoid Arthritis Flares. NEJM. 2020. Doi: http://dx.doi.org/10.1056/NEJMoa2004114

Fuentes:

Gravallese EM y WH Robinson. PRIME Time in Rheumatoid Arthritis. NEJM. 2020. Doi: http://dx.doi.org/10.1056/NEJMe2018218

Blood Test Could Reveal When Rheumatoid Arthritis Will Strike. https://www.hhmi.org/news/blood-test-could-reveal-when-rheumatoid-arthritis-will-strike

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