¿Cuántas velas soplaste en tu último cumpleaños? Otra pregunta: ¿cuántos velas deberías haber soplado en realidad? Seguramente muchos responderíamos lo mismo para las dos preguntas, pero, aunque pueden en efecto coincidir a veces, hablamos de dos conceptos diferentes: la edad cronológica y la edad biológica.

La edad cronológica se basa en el calendario, es decir, el tiempo que ha pasado desde tu nacimiento. La edad biológica es la edad de tu organismo, de tus células. Tu edad real.

Mientras que la edad cronológica es la que es y no depende de factores externos, la edad biológica sí. Según tu genética y el estilo de vida que lleves (alimentación, ejercicio, sueño, actitud, estrés, etc.) la edad biológica será mayor o menor. Las personas con una edad biológica inferior a la cronológica corren un menor riesgo de mortalidad y de sufrir enfermedades relacionadas con la edad. Tranquilo, no te alarmes. Las buenas noticias son que la edad biológica se puede cambiar. Basta tan solo con introducir pequeños cambios en nuestra vida (sí, sabemos que nos es fácil, pero merece la pena). Te han entrado ganas de conocer tu edad real, ¿verdad?

¿Cómo podemos conocer nuestra edad biológica?

Fácil. Tan solo necesitas una pequeña muestra de sangre. Life Length determina tu edad biológica a partir de la longitud de tus telómeros. En este análisis nuestra tecnología exclusiva TAT que permite medir la longitud telomérica célula a célula.

Al concluir el análisis, generamos un informe de resultados en el que incluimos los siguientes datos: edad biológica, media de la longitud telomérica, el percentil 20 de telómeros críticamente cortos y la mediana de la longitud telomérica que resultan más relevantes que la media para entender el envejecimiento celular. Esto se debe a que los telómeros cortos son los causantes de que la célula entre en senescencia y muera eventualmente.

Si todavía no sabes qué son los telómeros y por qué son tan importantes, te invitamos a que eches un vistazo a nuestra web donde explicamos con todo lujo de detalles todo lo que rodea a estos pequeños trocitos de vida.

¿Cómo puedo controlar mi edad biológica?

Por suerte, tenemos más control sobre nuestro propio proceso de envejecimiento del que pensamos. Existen estudios que demuestran que la edad biológica se ve influida por otros factores, además de la genética. A continuación, exponemos los cuatro factores más determinantes.

Dieta

Comencemos alabando la dieta mediterránea compuesta de verduras, hortalizas, frutas, frutos secos, aceite de oliva, carnes magras y lácteos. Además de ser una de las dietas más deliciosas, sus consumidores tienen un 30% menos de probabilidades de desarrollar problemas vasculares.

Además, la dieta mediterránea reduce el estrés oxidativo y la inflamación gracias a su alto contenido en antioxidantes como el omega-3 que tiene impacto directo sobre la longitud telomérica.

Ejercicio

Todos sabemos que practicar ejercicio moderado de forma frecuente es beneficioso para la salud, pero no está de más repetirlo e insistir sobre ellos.

Existen estudios que respaldan el efecto beneficioso de realizar ejercicio moderado (45 minutos, tres veces a la semana) para proteger los telómeros contra el acortamiento, sobre todo en personas adultas. Además, los estudios apuntan al ejercicio aeróbico como mejor opción para el antienvejecimiento y los telómeros.

¡Muévete! No se trata de que salgas a correr todos los días o hagas una aburrida rutina en el gimnasio. Hoy en día existen numerosos deportes y actividades que puedes practicar en solitario o en grupo. Infórmate en el gimnasio más cercano o en internet e invierte en tu salud y en tu futuro.

Estrés

Aunque todavía se desconoce el mecanismo mediante el que el estrés acorta los telómeros, lo cierto es que los acorta. El estrés agudo -el que sufrimos de forma temporal- y el crónico, así como la percepción y el manejo del mismo, tienen un afecto negativo sobre la longevidad de nuestras células.

Asimismo, se ha observado que las personas que sufren trastornos psicológicos producidos por desregulación de las respuestas emocionales, especialmente en el caso de la depresión, presentan una longitud telomérica inferior a la de personas que nunca han sufrido este tipo de trastornos.

Sueño

¿Duermes menos de siete horas? Sí, ¿verdad? Pues ojo. Varios estudios correlacionan la falta de sueño de calidad con una aceleración del acortamiento de los telómeros, especialmente en niños. En el caso de los adultos, los mayores de 70 años con insomnio son los que presentan los telómeros más cortos.

En conclusión, come sano, haz ejercicio, duerme.

Repite.

Subscribirse al Directorio
Escribir un Artículo

Últimas Noticias

El diagnóstico genético neonatal mejor...

Un estudio con datos de los últimos 35 años, ind...

Más de 1.500 cambios epigenéticos en e...

Un equipo de investigadores de la Universidad Juli...

Tuneable reverse photochromes in the sol...

A new technique allows the design of solid materia...

Destacadas

Eosinófilos. ¿Qué significa tener val...

by Labo'Life

En nuestro post hablamos sobre este interesante tipo de célula del si...

Un estudio de INCLIVA muestra el efecto ...

by INCLIVA

Han desarrollado un estudio para evaluar la correlación entre el teji...

Diapositiva de Fotos