Entrevista de Andrea Pelayo ( Linkedin ) a Alfons Nonell * ( Director y fundador de Mind the Byte ) para Biocat

Detrás de nombres de dioses mayas, se esconden productos y servicios de diseño computacional de fármacos con tecnologías que permiten hacer que los pequeños tengan las mismas posibilidades que los grandes. El software as a service y el cloud han conseguido que Mind the Byte se posicione en un sector destinado a reducir los tiempos y, por tanto, el dinero que cuesta desarrollar fármacos. Alfons Nonell lidera esta innovadora empresa con el objetivo de conseguir un acceso más rápido, más barato y universal a la medicación que nos cuida, nos alivia y nos cura.

¿Qué es Mind the Byte?

Somos una empresa bioinformática creada ahora hace cuatro años y nos dedicamos al diseño computacional de fármacos ofreciendo tanto productos como servicios con tecnología saas (software as a service). Es decir, con nosotros no hace falta comprar licencias y mantenerlas sino que se pueden adquirir bajo demanda. Es una filosofía muy cercana al cliente de pago únicamente para lo que se necesita.

¿Cómo acaba emprendiendo un farmacéutico?

Estudié farmacia e hice una tesis en química teórica y un postdoctorado en diseño computacional de fármacos. En esta época, donde además no había un duro, desarrollé ideas de cómo aplicarlo. La verdad es que durante la carrera tenía claro que quería hacer investigación y no me había planteado montar una empresa: cuando terminé era 2003 y emprender me parecía algo lejano. Pero en el postdoctorado sí tuve ideas que quise sacar adelante. Pero empecé sin ni saber qué era un plan de empresa.

¿Quién te ayudó en aquellos momentos iniciales?

Cuando la monté me ayudé de Barcelona Activa, de ACCIÓ o del premio BioEmprenedorXXI impulsado por Biocat, "la Caixa" y Barcelona Activa. Son herramientas muy buenas que ni sabemos que tenemos. El resto lo aprendí del día a día y de algunos golpes.

¿Cuál era el objetivo al crear Mind the Byte?

Tenía claro que quería una herramienta para que los investigadores compartieran información. Pero vi claro que, primero, necesitábamos dinero y ofrecí servicios estando solo, desde casa. Por medio hice vueltas: iba desarrollando esta herramienta a ratos, hice un primer prototipo utilizando Amazon Web Services y en 2013 dimos el salto al cloud para diferenciarnos y posicionarnos. A partir de ahí ofrecimos servicios a plataformas cloud y luego ofrecimos nuestro software saas de forma más consciente y Amazon nos reconoció como partner.

Fuisteis pioneros en el uso de Amazon Web Services en este sector...

En 2008 lo probé por diversión como solución a un problema de cálculo que tenía pero en 2012 fuimos a vender un servicio a un cliente y explicándole cómo funcionábamos nosotros nos dimos cuenta de que sería interesante trabajar así. Todo el mundo pensaba que sería el futuro en dos o tres años y quisimos probar.

¿Qué supone serpartnerde un gigante como Amazon?

Todo el mundo puede utilizarlo pero a nosotros además nos han reconocido y, de hecho, en este sector sólo somos cinco en el mundo que tengamos este sello de calidad. Quiere decir que han mirado lo que estamos haciendo, te ofrecen apoyo inmediato, atención comercial siempre que la necesitemos y acceso a arquitectos de sistema, entre otros. Y ahora acabamos de lanzar una herramienta, Imols, montada y desarrollada en esta plataforma. Sin ellos sería muy difícil hacer algunas de las cosas que hacemos. Ellos ponen un servidor web con un balanceador de carga (siempre está a punto y dependiendo de los usuarios enciende más o menos servidores web). Cuando usas tecnología cloud, el límite es la imaginación.

Cuando hablamos de diseño computacional ¿hablamos de democratizar el diseño de fármacos?

El diseño computacional como tal no quiere tanto democratizar como reducir costes y optimizar procesos. Hablamos de desarrollos que tardan entre 10 y 15 años y entre 400 y 1.500 millones de inversión para llegar a mercado. El diseño computacional lo que te dice es que no hagas la prueba con 40.000 moléculas, como tenías que hacer hasta ahora, sino que es un embudo que ayuda a racionalizar el proceso: cogemos 500 y te damos la toxicidad. Imagínate lo que es sintetizar moléculas, validar, hacer pruebas y después de unos meses descubrir que es tóxica... Se calcula que con el diseño computacional, que supondrá un 20% del gasto en I + D de la industria farmacéutica este año, se consigue llegar al mercado entre uno y tres años antes.

No obstante, vuestra característica más distintiva es el cloud. ¿Qué ventajas tiene?

Se calcula que el cloud supone entre un 50 y un 65% de reducción de costes de tecnología porque no tienes que invertir en máquina, ni en licencias, ni en personal de mantenimiento o instalación, ni esperar por parones técnicos. Además, te permite disponer de muchos software a la vez y, como creamos herramientas simples, no hay formación específica. Con la 'nube' sí democratizamos: ofrecemos un servicio a medida y vamos a romper la barrera económica del acceso a la tecnología.

¿Quiénes son los principales beneficiados?

La academia o las empresas más pequeñas, que pueden ir un paso más allá que a menudo ni se habían planteado. Aunque también lo pueden utilizar las grandes. Cada vez cuesta más hacer fármacos nuevos así que todo lo que sea reducción de costes es bienvenido.

Hace poco estuvisteis en una misión empresarial en Corea del Sur y Japón. ¿Qué buscabais?

Antes habíamos estado en un primer viaje prospectivo en BioKorea y habíamos observado que era un mercado verde pero con un crecimiento potencial brutal así que cuando estalle ya queremos estar. A raíz de aquí llegamos a un acuerdo con Pharmaphenix para utilizar sus oficinas como punto de contacto. Este febrero, ya íbamos más a buscar clientes y trabajar la confianza con Corea del Sur, mientras con Japón buscábamos contactos para comercializar nuestro saas allí. Para ellos, el software as a service es muy conocido pero no aplicado a lo que hacemos, a drug discovery.

¿Que os hace falta, como empresa, para explotar todas les posibilidades de este sector?

Necesitamos financiación para poder desarrollar más, vender y crecer. Ahora somos seis, pero debemos poder abrirnos a otros países para posicionarnos como empresa de referencia de diseño computacional de fármacos con saas y cloud científico. Hasta ahora nuestros clientes principales son de aquí, aunque hemos trabajado también con Irlanda y Estados Unidos. También aprovechamos los proyectos europeos como Translink, donde trabajamos con partners de países como Francia o Suecia, para adquirir contactos y know how, y donde también está InKemia, que hace un tiempo adquirió una participación del 5% en nuestra empresa.

Ahora llegáis a la tercera edición de vuestra conferencia anualSciCloud.

Sí, el 14 de abril (9 horas) celebramos esta conferencia de cloud científico. Impulsamos la primera en 2013 cuando nos hicimos partners de Amazon para hablar de la 'nube' en genérico con un ingeniero de Amazon Web Services. Después celebramos una edición dedicada a la seguridad y privacidad con Microsoft España y un abogado de una agencia de patentes, entre otros. Este año nos centramos en big data y salud. Tras la polémica del programa VISC+ del Departament de Salut contaremos con el director del programa, Josep M. Argimon, que compartirá mesa redonda con Alejandro Perera, del CREB, y Arcadi Navarro, responsable del Archivo Europeo del Genoma-Fenoma. Antes, habrá dos conferencias plenarias con Guillermo Sierra, responsable del Mercado Salud y Farma en BDigital, y Karma Peiró, periodista especializada en Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Quién puede asistir a las charlas?

Cualquiera. Nosotros estamos ubicados en el Parc Científic de Barcelona y nos dirigimos a este tipo de comunidad pero las charlas serán muy pedagógicas. Intentaremos que sea entendedor para que la gente vea la necesidad de relacionar estas cosas.

Puestos a soñar, cual es el objetivo final de Mind the Byte?

Es un poco filosófico pero una de las razones por las que tengo la empresa es que quiero facilitar el acceso de los medicamentos a todos. No entiendo que 2.000 kilómetros al sur la gente se muera porque no tiene acceso a un antibiótico, es algo que me cuesta digerir. Quizás es muy utópico pero si conseguimos simplificar el diseño de los fármacos, facilitaremos su democratización. Nuestras herramientas permitirán diseñar buenas moléculas a precios más asequibles y que esto acabe repercutiendo en la sociedad: haciendo llegar los fármacos a todos y en menos tiempo.

* Alfons Nonell, Director y fundador de Mind the Byte

El farmacéutico Alfons Nonell decidió que la trastienda no era su lugar y su curiosidad le llevó a experimentar con la tecnología 'cloud' avanzándose a su sector. Ahora hace cuatro años, intuyendo el potencial de la 'nube', creó en el Parc Científic de Barcelona Mind the Byte, una empresa bioinformática de diseño computacional de fármacos donde seis trabajadores crean productos y ofrecen servicios con tecnología 'saas' de pago por uso.

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