El test rápido de antígenos detecta el SARS-CoV-2 incluso en personas asintomáticas

Los test rápidos de antígenos, Panbio COVID-19 Ag-RDT, tienen una alta eficacia a la hora de detectar la presencia del virus SARS-CoV-2 tanto en personas sintomáticas como asintomáticas. Así lo confirma un estudio liderado por el investigador de la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas, Oriol Mitjà, y que cuenta con la participación de personal investigador de IrsiCaixa y la financiación de la iniciativa #YoMeCorono. Este descubrimiento pone de manifiesto el potencial de los test de antígeno para controlar la transmisión del virus, ya que permite detectar con gran fiabilidad qué personas son contagiosas y frenar la diseminación del virus.

El estudio ha evaluado el funcionamiento clínico y analítico del test rápido de la marca comercial Abbott y ha comparado los resultados con las pruebas de referencia PCR. Actualmente, la PCR presenta inconvenientes evidentes como herramienta de control epidemiológico, entre los que destacan la necesidad de un laboratorio, su alto coste económico y un tiempo demasiado largo entre la toma de las muestras y el procesamiento de los resultados.

Una sensibilidad y especificidad superior al 90% en las personas sintomáticas

Durante el ensayo, el personal investigador ha procesado casi 1.500 muestras nasofaríngeas congeladas, a las que previamente se les había hecho una prueba PCR. Tras comparar los resultados obtenidos a partir de la prueba PCR y el test de antígenos, se puede confirmar que la sensibilidad de los test rápidos, es decir, la capacidad de detectar casos positivos, es más alta en las personas sintomáticas (92, 6%) y sus contactos (94,2%), y más baja entre los individuos asintomáticos (79,5%). Además, los test rápidos han demostrado una especificidad –capacidad de detectar casos negativos– del 98,9%. En cuanto al tiempo de espera para la obtención de resultados, que en el caso de una prueba PCR puede alargarse hasta horas, en el caso de los test rápidos evaluados se reduce a los 15 minutos. Según Oriol Mitjà, "los resultados de este estudio permiten afirmar que los test rápidos son herramientas útiles para comprobar la presencia del virus en la población y, por tanto, se pueden utilizar para reducir la transmisión de la COVID-19 en la comunidad. Además, presentan ventajas importantes como su precio más reducido y la facilidad de uso".