Clostridium difficile es una bacteria anaerobia gram-positiva con capacidad de formar esporas y presente de manera asintomática hasta en un 5% de la población sana. A causa de las hospitalizaciones, la tasa de portadores puede elevarse hasta un 30%. Se considera que C.difficile es el responsable de aproximadamente un 25% de las diarreas relacionadas con el consumo de antibióticos entre los que se encuentran la clindamicina, segunda y tercera generación de cefalosporinas, inhibidores de girasa, ampicilina, amoxicilina...

Causas:C. difficile se encuentra en las heces de pacientes sintomáticos y asintomáticos y el contagio se produce, a menudo, en un entorno contaminado por esporas. C.difficile no suele causar problemas en las personas sanas. Sin embargo, algunos antibióticos pueden interferir con el equilibrio natural de la flora bacteriana del intestino, pudiendo dessarollar una infección por C.difficile.

Síntomas: El síntoma más común es la diarrea (durante varios días) con dolor abdominal, a la que se podría añadir la pérdida de apetito, fiebre y pérdida de peso en las infecciónes más severas. Además de los síntomas diarréicos, la enfermedad puede derivar en colitis pseudomembranosa (PMC) que necesita urgentemente un tratamiento con antibióticos eficaces frente a C.difficile (metronidazol, vancomicina) ya que puede llegar a comprometer la vida del individuo. La mortalidad asociada a CDI puede ir desde el 6% hasta el 30%, sobre todo si el paciente sufre de PMC.

La Glutamato Deshigrogenasa (GDH) es una enzima producida en grandes cantidades por las cepas de C.difficile (toxigénicas y no toxigénicas) lo que la convierte en un excelente marcador para determinar la presencia de este microorganismo.Pero su presencia no implica que haya infección. C.difficile libera dos toxinas de alto peso molecular, la toxina A y la toxina B, siendo los principales factores de virulencia responsables de las manifestaciones clínicas de la enfermedad CDI.

La Sociedad de Salud Epidemiológica de Norteamérica (SHEA), la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (IDSA) y la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID) proponen el uso de un protocolo de dos pasos para la identificación de C.difficile toxigénico: un screening inicial de la muestra con un test para GDH y, si el resultado es positivo, el empleo de un segundo test para la determinación de toxinas de C.difficile, pues no todas las cepas de este microorganismo producen toxinas.

OPERON ofrece la posibilidad de seguir este protocolo recomendado por algunas de las principales sociedades sanitarias empleando sus tests de GDH y 2A-Bdiff.

El test GDH está disponible en dos formatos diferentes:

-Formato Stick: se trata de la tira reactiva envasada en un sobre de aluminio. Se necesita un tubo (o un pocillo de microplaca de 96 pocillos y fondo plano) para depositar la muestra extraída y correr el test.

-Formato Simple: se trata de la tira reactiva en el interior de una carcasa de plástico. Las muestras extraídas se añaden directamente a la ventana de muestra de la carcasa señalizada con una flecha.

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