La serie está basada en tres artículos, todos ellos sobre migraña pero desde tres perspectivas diferentes: epidemiología y los sistemas de salud; caracterización y biomarcadores; y manejo clínico y tratamiento. La Dra. Pozo es una de las autoras que ha participado en la redacción tanto de la primera como de la tercera publicación.
Epidemiología de la migraña y su atención en los sistemas de salud
Se calcula que 1.000 millones de personas alrededor del mundo sufren migraña y es especialmente frecuente entre los 35 y 40 años. Esta alta prevalencia es una carga importante para los sistemas de salud, que podrían evitarse ya que existen tratamientos efectivos para el tratamiento de esta enfermedad. Por ello, es necesario analizar el manejo actual de la migraña para corregir las deficiencias actuales para mejorar la atención de los pacientes.
“La migraña es la principal causa de discapacidad en personas menores de 50 años, y sobre todo en las mujeres. Esto tiene graves consecuencias en la salud y también socioeconómicas, ya que esta es la edad que se corresponde con la mayor productividad”, explica la Dra. Pozo. Así, la migraña puede afectar negativamente, por ejemplo, en la carrera profesional de la persona. Además, la enfermedad puede impactar también en su vida familiar y social, por ejemplo, afectando a la relación con sus hijos o su pareja. “Tener una fuerza laboral con buena salud, y eso incluye la atención de la migraña, es necesaria para que avancemos como sociedad”, asegura la Dra. Pozo.
A nivel económico, estudios realizados en 2011 en Europa calcularon que los costes asociados a la migraña podrían llegar hasta los 111.000 millones de euros al año, unos 1.222€ por persona de media. De estos, un 7% serían costes directos asociados a la atención de la enfermedad y un 93% costes indirectos debidos sobre todo a pérdidas en la productividad en el trabajo de las personas con migraña. Así, los autores de la revisión apuntan a que deberían destinarse más recursos a implementar mejoras en la atención a la migraña, algo que claramente sería coste-efectivo o incluso permitiría ahorrar muchos gastos asociados al impacto negativo de la migraña en la vida de los pacientes. En este sentido, y ya que actualmente existen tratamientos efectivos para la migraña, los autores consideran que es incluso una cuestión de ética el hecho de poder ofrecerlos cuando un paciente los necesita.
El artículo también presenta los retos que existen para ofrecer la mejor atención a los pacientes con migraña. Los autores destacan la importancia de la atención primaria, ya que el 90% de los pacientes de migraña son diagnosticados y tratados de forma ambulatoria y no necesitan un neurólogo especialista. Así, solo un 10% necesitaría una consulta con un especialista, en la mayoría de casos debido a la presencia de otros síntomas asociados o por resistencia a los tratamientos estándar. Sin embargo, en muchas ocasiones los médicos de atención primaria no disponen del tiempo ni de la formación adecuados para ofrecer la mejor atención a estos pacientes. Así, una formación más específica a todos los profesionales de la salud en el ámbito de las cefaleas sería necesaria para asegurar una colaboración global entre todo el sistema de salud que mejorase la atención a estos pacientes.
Múltiples opciones terapéuticas disponibles para la migraña
Actualmente existe un amplio arsenal de fármacos para el tratamiento de los pacientes con migraña. Aun así, hay un alto porcentaje de ellos que no toman la medicación adecuada ya que no se diagnostican correctamente.
Existen dos grupos principales de tratamientos: los fármacos para ataques agudos de migraña, y los preventivos. En el primer grupo se encuentran analgésicos ampliamente conocidos como el paracetamol o los antiinflamatorios no esteroideos, los triptanes específicos para la migraña y otros fármacos como los gepantes o los ditanes que se han desarrollado en los últimos años y se recomiendan solamente si los anteriores no son efectivos o están contraindicados.
Cuando los tratamientos agudos no son efectivos y los ataques de migraña son frecuentes y afectan a la vida diaria de los pacientes, los especialistas pueden recomendar otros fármacos para prevenir la aparición de las migrañas. Entre el repertorio de fármacos preventivos se encuentran los beta-bloqueantes (hipertensivos) y los antidepresivos si la migraña se asocia a depresión o problemas del sueño, entre otros.
Los autores de las publicaciones recomiendan que las estrategias de tratamiento se individualicen a cada persona para atender las necesidades específicas de cada paciente y se ofrezca seguimiento para sustituir un fármaco por otro cuando no es efectivo. Es clave también la implicación de los pacientes, teniendo en cuenta sus características, necesidades y preferencias. “El principal reto está en detectar adecuadamente a los pacientes con migraña para ofrecerles el mejor tratamiento para ellos y optimizar su efectividad, tolerabilidad, seguridad y adherencia, y para ello es clave individualizar su atención”, reflexiona la Dra. Pozo.
Estos artículos van acompañados de una tercera revisión de la misma serie que profundiza en los factores genéticos y neurobiológicos de la migraña, y la heterogeneidad de la enfermedad. En él se presenta el progreso en la búsqueda de biomarcadores de la migraña que ayudarán a desarrollar medicina de precisión para los pacientes con esta enfermedad.
