La esquizofrenia es un trastorno neuropsiquiátrico grave que se manifiesta a través de alucinaciones, delirios y trastornos motores y de comportamiento. Tradicionalmente, ha sido asociada a una hiperactivación de los circuitos neuronales dopaminérgicos, un proceso que se podría relacionar con una disminución de la transmisión adenosinérgica (su vía inhibidora en nuestro cerebro), según una hipótesis reciente.
Un equipo de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona (UBNeuro) y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), liderado por el catedrático Francisco Ciruela, ha detectado en modelos animales y muestras postmorten de pacientes con esquizofrenia una reducción en la interacción entre los receptores de dopamina y adenosina. El trabajo, publicado en la revista Neuropsychopharmacology, constata que la interacción de los dos receptores comporta la inhibición de la vía dopaminérgica, que en el caso de este trastorno se encuentra anormalmente activa. Además, los resultados muestran que esta alteración es independiente de los niveles de expresión de los dos receptores.
«Los resultados sitúan el foco de la falta de interacción entre los receptores neuronales para explicar el desequilibrio observado en la esquizofrenia. Estos descubrimientos proponen que fármacos que promueven la interacción de los dos receptores podrían representar una buena estrategia en el manejo de la esquizofrenia», detalla Francisco Ciruela, catedrático del Departamento de Patología y Terapéutica Experimental de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la UB.
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