Son muchos los estudios que relacionan la salud de nuestro corazón con la de nuestro cerebro. Esto significa que para mantener sano nuestro cerebro y hacerlo más resistente a enfermedades como el Alzheimer, hemos de controlar los factores de riesgo cardiovascular y adoptar unos hábitos de vida saludables.
Las personas que cuidan su alimentación, se mantienen mental y socialmente activas y practican ejercicio físico, tienen más posibilidades de vivir más años y disfrutar de una mayor calidad de vida.
El ejercicio físico tiene un efecto preventivo en el desarrollo de muchas enfermedades, especialmente las cardiovasculares. Así que esta es una de las principales prácticas a incorporar si queremos llevar un estilo de vida saludable.
En general, con la edad se tiende a hacer menos actividad física. Hay que tener en cuenta que practicarla de manera regular a cualquier edad aumenta los años de vida sin discapacidad o con dependencia. Hacer ejercicio puede contribuir a prevenir la aparición de enfermedades como el Alzheimer. ¡Vale la pena incorporar la actividad física en nuestra rutina!
Hay muchas actividades para hacer, así que hay que encontrar la que mejor se adapte a nuestros gustos y capacidades. Para ello, tendremos que tener en cuenta nuestra condición física, porque una actividad que puede resultar fácil para unas personas, puede requerir mucho esfuerzo para otras. Sea como sea, la actividad escogida tiene que adaptarse a nuestro estado de salud, motivación y condición física.
Se recomienda, como mínimo, realizar 150 minutos semanales de actividad moderada. Esto podría traducirse en:
Para obtener todavía más beneficios, podemos complementar el tiempo de actividad física con los siguientes ejercicios:
Ante cualquier patología o a partir de una edad determinada es muy importante pedir orientación, tanto al médico de familia, que conoce nuestro estado de salud global, como a profesionales del deporte o fisioterapeutas. Es muy recomendable estar bien asesorado y contar con un plan personalizado, que nos permita adaptar la actividad física a nuestra condición y necesidades.
Visto que hay diferentes actividades que pueden ayudar a nuestro cerebro a ser más resistente a enfermedades como el Alzheimer, ¡hay que ponerse en movimiento! Vencer al sedentarismo y realizar ejercicio físico regularmente es clave si queremos llevar un estilo de vida saludable.