La disfunción eréctil afecta a muchos hombres y es aún más común con el paso de los años. Tanto es así que hasta 1 de cada 3 hombres entre 60 y 70 años la presentan. Debido a esta elevada prevalencia, se trata de una enfermedad para la que se han llevado a cabo numerosos estudios, con el objetivo de encontrar el tratamiento más adecuado.

El principal tratamiento que se suele prescribir son fármacos orales como el sildenafilo (Viagra), aunque existen otros. Algunos estudios han propuesto la terapia con ondas de choque como alternativa a estos fármacos, en concreto, se trata de ondas electroacústicas de baja intensidad, impulsadas por aire comprimido. Esta terapia no se ideó para la disfunción eréctil, sino que se adaptó a ella al haber proporcionado beneficios en otras especialidades, como la cardiología o la traumatología.

Las ondas de choque se realizan en la consulta y no requieren preparación previa. Se trata de sesiones de unos 20 minutos en las que no es necesario ingreso ni anestesia. Sus efectos beneficiosos sobre la disfunción eréctil se basan en la capacidad angiogénica, es decir que favorecen la formación de vasos. Además, también mejora la calidad del recubrimiento interno de dichos vasos, el endotelio. La terapia consiste en aplicar ondas de choque en el cuerpo del pene durante varias sesiones para intentar mejorar la calidad vascular. De esta forma, actúan sobre la principal causa de la disfunción eréctil: los problemas vasculares. En cambio, la disfunción eréctil causada por alteraciones nerviosas o endocrinológicas no puede mejorar con esta terapia.

Existe disparidad en las guías y sociedades médicas sobre la utilidad de las ondas de choque para los problemas de erección. Mientras en las guías clínicas europeas sí recomiendan su uso, las guías de la European Society of Sexual Medicine siguen posicionándolas como experimentales.

Aun así, los resultados de esta terapia indican que mejora la erección en 2 de cada 3 hombres. El beneficio se mantiene en el 50% de hombres durante más de un año, permitiéndoles abandonar la medicación. Por lo tanto, están tan solo un 20% por debajo de la eficacia de los fármacos, que suelen funcionar aproximadamente en un 70% de los casos.

Un estudio reciente compara y recaba los datos de varias publicaciones al respecto, aglutinando así unos 600 pacientes. Este metaanálisis revela que los cuestionarios sobre disfunción eréctil de los pacientes tratados con ondas de choque presentaban puntuaciones mejores que los que no las recibieron.

Las ondas de choque suscitan mucho interés y se han posicionado en muchos centros de salud como el tratamiento de elección para la disfunción eréctil leve, sobre todo la de carácter vascular. Constituyen así, una de las pocas alternativas de tratamiento curativo para los problemas de erección. De todas formas, antes de la elección de las ondas de choque como tratamiento, es importante consultar con un profesional de la urología, para valorar si realmente puede ser de utilidad en cada caso.

Autor: Eduardo García-Cruz, urólogo Hospital Clínic

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