Tras recibir varias solicitudes de información sobre las diversas tecnologías para la medición de telómeros, hemos decidido publicar esta entrada a modo de recordatorio. Creemos que es importante que las diferencias entre estas técnicas queden claras, puesto que la información que se obtiene con cada una varía.
La comunidad científica sabe que los telómeros cortos, especialmente los críticamente cortos, son la variable que determina el inicio de la senescencia celular y, por ello, están directamente asociados a las enfermedades relacionadas con la edad. La cuestión es: ¿qué significa exactamente en términos biológicos que la longitud telomérica media o relativa varíe?
En las últimas décadas se han publicado numerosos estudios que correlacionaban enfermedades humanas con el acortamiento progresivo de los telómeros. Cuando los telómeros pasan a ser críticamente cortos, la célula se vuelve senescente y es esta característica —y no la media de la longitud telomérica de una población de células— la que proporciona la información importante.
Para el estudio de la biología telomérica se han desarrollado varias tecnologías y metodologías, todas con sus ventajas y desventajas.
La mayoría de las pruebas miden la longitud telomérica media o relativa. Los parámetros críticos que deben considerarse con cada metodología son la fiabilidad, robustez y reproducibilidad. Así, las mediciones teloméricas robustas y reproducibles predecirán con mayor exactitud el inicio de enfermedades relacionadas con la edad.
Las técnicas de medición de la longitud de los telómeros simples y de alto rendimiento ofrecen ventajas en comparación con ganar conocimiento sobre la causa y el efecto mediante métodos más precisos que pueden aportar la distribución de la longitud telomérica total.
Esta técnica se utiliza con propósitos comerciales y de investigación. Es un procedimiento relativamente sencillo que no requiere una gran cantidad de ADN.
La Q-PCR determina únicamente la longitud telomérica media relativa. Además, los datos obtenidos mediante esta técnica no se presentan en valores absolutos de pares de kilobases (kbp) y el coeficiente de variación para una misma muestra puede ser mayor de 10%.
Esta técnica se diseñó para medir los telómeros en cromosomas individuales y específicos. Tan solo un pequeño grupo de cromosomas ha cumplido los requisitos necesarios para el diseño de unos cebadores específicos que permitan la amplificación del ADN telomérico de un cromosoma específico o de un brazo específico del cromosoma. La tecnología STELA no puede emplearse a gran escala.
Es una de las primeras tecnologías desarrolladas para el análisis de la longitud de los telómeros y es considerado test de referencia para este propósito. Determina la longitud telomérica media. Sin embargo, no es una tecnología escalable y su uso está limitado a la investigación.
Esta tecnología puede utilizarse como herramienta de diagnóstico clínico. Es la adaptación de Q-FISH combinado con la citometría de flujo. La desventaja que presenta es que no puede adaptarse con facilidad para medir una amplia variedad de tipos de células. La fuente biológica es principalmente la sangre fresca. Además, la utilidad clínica de las variables medidas es limitada ya que no mide la distribución de la longitud telomérica total en cada célula ni el porcentaje de telómeros cortos.
Esta técnica permite medir variables asociadas a los telómeros incluidas la media y la mediana en pares de kilobases, porcentaje de telómeros cortos, cualquier percentil y, por lo tanto, permite obtener el histograma completo de la distribución de la longitud telomérica. Además, el coeficiente de variación es inferior a 5%. Este dato es especialmente relevante ya que los telómeros más cortos —y no la media de la longitud de los telómeros— son críticos para la viabilidad de la célula y la estabilidad cromosómica.
Life Length (certificado por CLIA-88 e ISO 15189) comercializa el único test de telómeros que utiliza la tecnología HT Q-FISH. Este test se ha optimizado para cumplir con todos los requisitos necesarios para ser una herramienta de diagnóstico clínico y escalable.
Lo idóneo es que el test sea capaz de medir cada telómero individualmente, en cromosomas específicos de manera fiable, escalable y reproducible. En la actualidad, la única tecnología que cumple con todos estos requisitos es HT Q-FISH.
En resumen, dado el aumento de la utilidad de los análisis de longitud telomérica como biomarcador en estudios clínicos, es importante establecer la causa y el efecto de las variaciones de la longitud telomérica y correlacionar las variables de los telómeros críticos con enfermedades.
Un mayor conocimiento de las ventajas y desventajas de las diferentes técnicas permitirá establecer la ciencia detrás de las asociaciones teloméricas con enfermedades relacionadas con la edad.
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