La consellera de Salud, Alba Vergès, y la consellera de Cultura, Laura Borràs, han presentado hoy el convenio de colaboración que han suscrito Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus y el Museu Nacional d’Art de Catalunya para llevar a cabo diferentes acciones destinadas a explorar las potencialidades del arte como herramienta para que pacientes y familiares disfruten de sus beneficios terapéuticos y emocionales. Ambas instituciones trabajan conjuntamente desde hace más de un año con el fin de difundir el patrimonio cultural, hacer más humana y agradable la estancia en Vall d'Hebron y procurar que los usuarios del hospital logren beneficios terapéuticos a través de los valores y el bienestar que puede aportar el arte.

La consejera de Salud, Alba Vergés, ha destacado que se trata de un proyecto que "entusiasma" a los dos departamentos y se ha mostrado convencida de que la cultura puede aportar mucha potencialidad y beneficios para los pacientes. "Con el arte puedes conseguir una salud y un bienestar mejor", remarcó Vergés, que también ha añadido que este programa entre Vall d'Hebron y el MNAC incorpora la perspectiva de género, que es una de las prioridades de la conselleria de salud en este mandato.

Además, recalcó que el proyecto forma parte de un programa más amplio de colaboración entre Salud y Cultura y ha apuntado, por ejemplo, que "a día de hoy ya hemos incorporado todos los museos de Cataluña en el Mapa de activos de salud de la Agencia de salud Pública de Cataluña". El mapa de activos de salud es la recopilación de toda una serie de recursos comunitarios y actividades que dan salud y bienestar a las personas.

La consejera Borràs remarcó que "estamos muy satisfechos de este proyecto porque confirma que la cultura tiene una dimensión social importantísima; ayuda a cohesionar, integrar y que incluso cura o ayuda a curar. Nosotros estamos muy convencidos de este valor social de la cultura. El Museo Nacional ha trabajado de manera muy intensa proyectos como éste, que intentan romper las fronteras físicas de los museos y ayudan a que la cultura haga de farmacia del alma, en determinados momentos. Esta experiencia constata que tenemos fuerza camino hacia el trabajo conjunto, de transversalidad de la cultura".

Esta iniciativa es pionera y se enmarca en un programa transversal recientemente aprobado por el Institut Català de la Salut que busca avanzar en el aprovechamiento del valor terapéutico de las diferentes disciplinas artísticas y culturales. En esta línea, pone en valor los museos y las instituciones culturales como activos de salud, es decir, como agentes con potencialidad de ser beneficiosos para la salud de la ciudadanía. La creación conjunta de acciones que combinen perspectivas y metodologías de las artes con la práctica sanitaria puede conllevar nuevas opciones terapéuticas al alcance de los profesionales de salud.

En cuanto el Museu Nacional, el proyecto se enmarca dentro de su estrategia y del trabajo que desarrolla para orientar a los visitantes, transformando el equipamiento en un espacio inclusivo para llegar a sectores más amplios de la sociedad. El museo trabaja para romper barreras –sociales, económicas, de conocimiento, etc.– y reforzar su dimensión social convirtiéndose en un espacio para todas las minorías que conforman la realidad social. Un ejemplo en la misma línea del proyecto con Vall d'Hebron es el trabajo colaborativo que ha desarrollado con una escuela de alta complejidad.

El director del Museo Nacional, Pepe Serra, ha explicado que "el museo es un servicio público que se orienta al visitante. Nos preocupa dar acceso a los colectivos y las minorías que no lo tienen y trabajamos para incrementar nuestra dimensión social. La gran revolución pendiente es ejercer de conectores entre las personas y ser un punto de encuentro para toda la sociedad".

Por su parte, el gerente de Vall d'Hebron, el Dr. Vicenç Martínez Ibáñez, señala que, como hospital más grande de Cataluña, "nuestra vocación es de servicio público, somos un ente social y tenemos que abrir las puertas en nuestros barrios. Estamos muy contentos de poder dar salud y que los ciudadanos disfruten de los beneficios del arte y la música".

Este convenio de colaboración comenzará con un proyecto destinado a estudiar nuevas terapias de arte en salud en el ámbito de la psicología. La iniciativa arrancará con mujeres que presentan un trastorno por estrés postraumático, de origen cultural diverso (inmigrantes o refugiadas) y que padecen situaciones de vulnerabilidad social. El tratamiento psicológico combinará nuevas estrategias didácticas del Museu Nacional y los principios de intervención terapéutica por el apoyo emocional a situaciones de fragilidad de la mujer establecidas por el equipo del Dr. Josep Antoni Ramos-Quiroga, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Vall d’Hebron e investigador principal del grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR).

Las pacientes recibirán un tratamiento psicológico divididas en dos grupos: uno de ellos lo realizará totalmente en el hospital y el otro se trasladará al MNAC para comprobar si el hecho de ser tratadas en un ambiente no sanitario, como es un museo, y aplicando a las sesiones de tratamiento las ventajas del arte, les aporta más satisfacción y mejora su calidad de vida, así como disminuye los síntomas derivados del estrés postraumático.

El objetivo de este proyecto es "obtener más evidencias científicas de los beneficios del arte en la salud y que puedan ofrecerse de forma pública a las personas que atendemos en un futuro", explica el Dr. Josep Antoni Ramos-Quiroga. Vall d'Hebron realizará un estudio comparativo de la terapia psicológica grupal que se ha desarrollado en el ámbito hospitalario y en el museístico para detectar las diferencias que la variable del espacio y el arte ha provocado. La meta es llegar a conclusiones prácticas que se incorporen a nuevos tratamientos una vez validadas empíricamente.

Se persigue que las sesiones alrededor del MNAC, con estrategias multidisciplinares, favorezcan la evolución clínica de los pacientes y hagan más fluida la relación con las personas que les rodean. En función de los resultados, la experiencia puede ampliarse a otros colectivos, como pacientes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o autismo. Según el Dr. Josep Antoni Ramos Quiroga, es una iniciativa pionera, en la medida en que nunca se había llevado a cabo con este colectivo de mujeres con estrés postraumático. La aplicación del arte en la salud ya ha dado resultados prometedores con pacientes con depresión o Alzheimer.

"Entendemos el museo como un espacio terapéutico, comunitario e integrador", destaca el Dr. Josep Antoni Ramos Quiroga, que añade que se trabaja para que la iniciativa tenga continuidad más allá de esta terapia concreta. En este sentido, el convenio entre Vall d'Hebron y MNAC pone los cimientos de cara a futuras actividades para que el museo sea percibido como un espacio de tranquilidad y recogimiento. Las dos instituciones trabajarán conjuntamente en la divulgación del patrimonio y otros asuntos de interés común relacionados con el campo científico, social, artístico, cultural y de la salud.

Dar recursos para afrontar el futuro con seguridad y confianza

Las terapias grupales sobre las experiencias traumáticas y su repercusión emocional facilitan tanto que se dé sentido a lo que desencadenó la sintomatología como que se desarrollen habilidades de gestión y motivación para vivir plenamente y planificar el futuro con seguridad y confianza.

El proyecto conjunto de Vall de Hebron y el Museu Nacional se basa en concreto en el modelo STAIR Therapy, según el cual, para recuperarse de un trauma es tan importante la regulación emocional como trabajar el funcionamiento interpersonal e incorporar recursos que mejoren la percepción de uno mismo y la socialización, sobre todo en el aspecto de recibir y dar apoyo. El arte aplicado a este contexto dentro de un espacio como el Museu Nacional puede resultar beneficioso en la medida que puede ayudar a los pacientes con síntomas de estrés postraumático a verbalizar recuerdos de las experiencias pasadas con pinturas y esculturas como soporte, reactivar las emociones positivas y la autoestima, reducir la ansiedad e introducir un elemento lúdico en la relación entre ellos a lo largo de la terapia grupal.

Más riesgo de sintomatología post trauma en población inmigrante o refugiada

Al seleccionar personas refugiadas e inmigrantes por este primer estudio fruto del convenio de colaboración entre el Museu Nacional y Vall d'Hebron se ha tenido en cuenta que presentan sintomatología post trauma en porcentajes superiores a los de la población autóctona, debido en buena parte a las experiencias vividas. También que a estas mujeres a menudo les resulta más difícil acceder a los recursos asistenciales, lo que puede significar que no siempre reciban el tratamiento necesario para su resolución.

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