Aunque las pandemias por VIH y SARS-CoV-2 difieren en muchos aspectos, también comparten características importantes: las dos emergen como una enfermedad poco entendida con opciones limitadas de tratamiento y prevención, se caracterizan por propagarse rápidamente por todo el mundo, tener un impacto desproporcionado en las personas más vulnerables y, además, ambas han sido causa de estrés profundo en los sistemas de salud y de apoyo social y económico. Desde el principio, la respuesta frente al VIH ha supuesto una movilización global sin precedentes que ha conseguido revertir una pandemia que se ha cobrado más de 32 millones de vidas, generando estructuras, herramientas y recursos que pueden ser ahora de utilidad para responder a la nueva pandemia del SARS-CoV-2. Si somos capaces de incorporar las lecciones aprendidas en la lucha contra el VIH en la respuesta global contra la COVID-19, podremos conseguir un aprendizaje más eficaz, rápido y continuado, se evitarán errores y se conseguirá reducir el impacto negativo en la salud pública.
Podéis recuperar el curso en el siguiente vídeo:
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