Aunque se desconoce la causa del Alzheimer, cada vez hay más evidencias de que, además de la existencia de unos factores de riesgo no modificables, como la edad o la genética, existen otros factores de riesgo que sí son modificables y sobre los que sí podemos intervenir. La mayoría de ellos están relacionados con el riesgo cardiovascular y el estilo de vida. Entre ellos, la nutrición es un factor clave a tener en cuenta para la salud cerebral y vale la pena conocer los beneficios de la dieta mediterránea.
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La dieta mediterránea es beneficiosa para el cerebro
Sabemos que lo que es bueno para el corazón también lo es para el cerebro, de modo que el ejercicio físico, la actividad cognitiva, las relaciones sociales y la nutrición tienen un papel muy relevante en la salud cerebral. Si lo cuidamos, estaremos haciendo este órgano más resistente al desarrollo de enfermedades como el Alzheimer.
Cada vez son más los estudios que consideran la dieta mediterránea como el modelo de dieta más saludable para nuestro corazón y, consecuentemente, también para nuestro cerebro.
La dieta mediterránea, que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, se centra básicamente en el consumo de aceite de oliva virgen extra como grasa principal y en una presencia preponderante de cereales, verduras y hortalizas, pescado, huevos y lácteos.
Nuestra tradición cultural y el enclave geográfico en el que vivimos son aliados perfectos para incorporar y seguir este tipo de dieta en nuestra vida cotidiana.
Estos son algunos de los beneficios de la dieta mediterránea para la salud y el bienestar:
La dieta mediterránea es, sobre todo, una dieta saludable, variada y equilibrada que nos permite, al mismo tiempo, la elaboración de platos sabrosos sin necesidad de entrar en complicadas preparaciones.
Los diez pilares de la dieta mediterránea
Para disfrutar de los beneficios de la dieta mediterránea, se propone seguir este decálogo:
1. Aceite de oliva virgen extra
Lo llaman el oro líquido y es, sin duda, el verdadero tesoro de la dieta mediterránea, tanto por su sabor como por sus propiedades. Se puede usar tanto en ensaladas, en crudo, como para cocinar, como grasa principal.
2. Alimentos frescos
Es importante consumir alimentos de temporada, que sean lo más frescos posible y que estén poco procesados.
3. Vegetales, en abundancia
Se recomienda comer:
4. Pan y cereales
Se recomienda su consumo diario, por su aporte energético y, preferiblemente, integrales.
5. Leche y derivados
Deberíamos consumir a diario productos lácteos, como leche, yogures y queso, aunque siempre que sea posible deberían ser bajos en grasa, desnatados o semidesnatados.
6. Pescado, otro imprescindible
Se recomienda consumirlo 3 veces por semana, intentando siempre que una de estas sea pescado azul.
Las carnes rojas y procesadas, en cambio, deben consumirse con moderación. Se recomienda consumir la parte magra, sin piel y eliminando la grasa visible, e integrar la carne siempre en platos con verduras o cereales.
El consumo de huevos, por otro lado, debe ser moderado, máximo 3 o 4 por semana.
7. Agua, fuente de vida
El agua es una bebida fundamental, de modo que es importante consumir entre 1,5 y 2 litros diarios, ya sea en vasos de agua, infusiones (preferiblemente sin azúcar) o caldos bajos en grasa. Ocasionalmente, podemos optar por bebidas refrescantes sin azúcar.
El consumo moderado de vino también forma parte de la dieta mediterránea. Se entiende por consumo moderado 1 copa al día para las mujeres y 2 para los hombres (siempre que no exista ninguna contraindicación médica) y acompañado de platos saludables.
8. Sofritos y especias
Los sofritos de tomate, ajo, puerro o cebolla son muy recomendables, sobre todo si se consumen acompañados de verduras, pasta o arroces, al menos dos veces por semana. Por su parte, las especias y plantas aromáticas son aliadas perfectas para añadir sabor a los platos.
9. Las cocciones
Son tan importantes como los ingredientes, así que es fundamental que cocinemos al vapor, hirviendo, al horno, a la plancha y a la brasa. Hay que evitar o minimizar las frituras y, si cocinamos estofados o guisados, que sea con aceite de oliva virgen extra.
10. Alimentos y cocciones limitadas
Es importante, pues, minimizar el consumo de sal y grasas (mantequilla, margarina, nata…), bebidas alcohólicas, quesos semicurados y curados, embutidos y carnes grasas, dulces, aperitivos, bollos industriales, precocinados, bebidas carbonatadas y azucaradas, zumos de frutas (siempre es mejor la fruta entera), frituras y rebozados.
La dieta mediterránea: aliada para prevenir el Alzheimer
La dieta mediterránea es un concepto cultural que va más allá de la comida, representa un estilo de vida que incluye muchos de los hábitos relacionados con la promoción de la salud cerebral.
Además de comer saludablemente, el seguimiento de la dieta mediterránea induce a tener presente la importancia de hacer ejercicio físico, respetar las horas de sueño y cultivar las relaciones personales y la curiosidad por aprender. Esto nos ayudará a mantener nuestro cerebro en forma y a prevenir el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer.
Referencias y enlaces de interés