Comprender los factores que influyen en que las personas sigan estilos de vida beneficiosos para su salud cerebral y crear herramientas tecnológicas, basadas en modelos de inteligencia artificial, que mejoren la adherencia al tratamiento, es decir, el cumplimiento de las recomendaciones recibidas. Son los dos objetivos principales de un proyecto de investigación liderado por el Grupo de Bioingeniería y Telemedicina (GBT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en colaboración con el Institut Guttmann de Barcelona, que ha echado a andar recientemente tras obtener la financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación en la convocatoria de Proyectos de Generación de Conocimiento 2022.
La salud cerebral tiene un impacto directo en el bienestar. Retrasa la aparición de enfermedades y optimiza la capacidad del propio cerebro para promover la salud general en cada individuo. Por ello, resulta fundamental en unas sociedades cada vez más más envejecidas conocer el impacto del estilo de vida en la salud cerebral y disponer de nuevas herramientas tecnológicas que la promuevan. No en vano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que los trastornos neurológicos serán responsables en 2050 de más de la mitad del impacto económico de la discapacidad en el planeta.
Bautizado ToBrainHealth, el proyecto durará tres años. Está dirigido por el catedrático Enrique Gómez Aguilera, responsable del Grupo de Bioingeniería y Telemedicina, y la profesora Patricia Sánchez González, ambos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación (ETSIT). El Institut Guttmann colabora en el proyecto a través de su Barcelona BrainHealth Initiative (BBHI). Se trata de un estudio de cohortes prospectivo longitudinal, iniciado en 2017, que investiga el impacto de los estilos de vida en la salud cerebral, con más de 6.000 voluntarios involucrados, de entre 40 y 70 años, libres de cualquier enfermedad neurológica o psiquiátrica.
Los investigadores de ToBrainHealth diseñarán y validarán modelos de fenotipado digital, un proceso que recopila datos procedentes de teléfonos inteligentes u otros dispositivos portátiles para capturar una expresión digital de los comportamientos humanos. Gómez explica que el propósito en este caso “es personalizar las recomendaciones de cambio de estilo de vida, que se basarán en estrategias de gamificación y la experiencia de cada usuario”.
El proyecto también desarrollará modelos de inteligencia artificial explicable, que engloba métodos y técnicas que permiten al ser humano comprender las decisiones y predicciones realizadas por la inteligencia artificial. Todo ello para “generar nuevas hipótesis clínicas, identificar factores involucrados en la adherencia, predecir la adherencia a las intervenciones y obtener recomendaciones personalizadas para la preservación de la salud cerebral”, añade Sánchez.
Un total de 120 voluntarios de BBHI participarán en el proyecto. Dispondrán de dispositivos de monitorización y una aplicación móvil que les proporcionará recomendaciones personalizadas de hábitos de vida diseñadas por los investigadores en función de la información proporcionada a lo largo de su participación en el estudio del Institut Guttmann.
Imagen: La salud cerebral tiene un impacto directo en el bienestar. / Imagen de Milad Fakurian en Unsplash
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