Los linfocitos B juegan un papel fundamental en una respuesta inmune robusta y eficiente mediante la generación de anticuerpos. Estas células se originan en la médula ósea mediante un proceso de diferenciación en el cual diferentes factores de transcripción juegan un papel esencial. Entre estos factores se encuentra c-Myc. Esta proteína está implicada en la modulación de multitud de funciones biológicas como ciclo celular, apoptosis, diferenciación entre otros. La proteína c-Myc esta codificada por el protooncogén c-myc cuya desregulación, por diferentes mecanismos, da lugar a la aparición de tumores. Se estima que un 50% de los tumores en humanos presentan una sobreexpresión de algún miembro de la familia Myc (c-, l-, n-Myc). Nuestros trabajos anteriores mostraron el papel esencial de c-Myc en la diferenciación y función de los linfocitos B en modelos condicionales en ratón.

Los factores de transcripción Myc en general, y c-Myc en particular, no se unen a las regiones reguladoras de los genes diana por sí solas, sino que requieren la interacción con otra proteína, Max, formando un heterodímero Myc/Max que sí es capaz de unirse a dichas regiones y regular la expresión génica. Experimentos realizados, por diferentes grupos, en distintos modelos in vitro apuntaban a la capacidad de c-Myc de realizar distintas funciones biológicas independientemente de Max.

En este trabajo abordamos la pregunta sobre la capacidad de c-Myc de llevar a cabo distintas funciones biológicas en ausencia de su “partner” obligatorio Max en linfocitos B in vivo. Mediante la generación ratones condicionales single y double KO hemos descubierto que determinadas funciones biológicas, como la proliferación, replicación o diferenciación, pueden ser al menos iniciadas, sin la presencia de c-Myc y Max en linfocitos primarios B. Por lo tanto, la presencia c-Myc y Max es necesaria para una regulación fina y adecuada de los distintos procesos biológicos. En ausencia de c-Myc, Max juega un papel inhibitorio. Por último, no sólo la relación entre c-Myc y Max se circunscribe a la formación del heterodímero c-Myc/Max, sino que los niveles de c-Myc son dependientes de la presencia de Max.

En definitiva, este trabajo no sólo nos ha permitido establecer por primera vez la relación funcional entre c-Myc y Max sino que ha generado nuevas e interesantes preguntas sobre la aportación individual de estos factores en determinadas funciones biológicas.

Este estudio se ha realizado en colaboración con los grupos de Juan Méndez (CNIO) y Yolanda Carrasco (CNB).

  • Mercedes Pérez‐Olivares, Alfonsina Trento, Sara Rodriguez‐Acebes, Daniel González‐Acosta, David Fernández‐Antorán, Sara Román‐García, Dolores Martinez, Tania López‐Briones, Carlos Torroja, Yolanda R Carrasco, Juan Méndez, Ignacio Moreno de Alborán. Functional interplay between c-Myc and Max in B lymphocyte differentiation. EMBO Rep. 2018 Aug 20. pii: e45770. doi: 10.15252/embr.201845770.

Imagen superior: Grupo de Ignacio Moreno de Alborán (investigador principal), Alfonsina Trento (investigador post-doctoral), Mercedes Pérez-Olivares (estudiante de grado)

Fuente: Centro Nacional de Biotecnología (CNB) - CSIC

http://www.cnb.csic.es/index.php/es/cultura-cientifica/noticias/item/1519-c-myc-max
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