En la ampliación de capital de la compañía biotecnológica también han participado el CDTI, a través del programa Innvierte destinado a empresas tecnológicas e innovadoras españolas, los socios fundadores de Prous Institute for Biomedical Research, Josep Prous y David Prous, y Jordi Fàbrega, ex director de Desarrollo de Negocio en Biocat.
El SXF es la forma más común de discapacidad intelectual hereditaria. Actualmente, se diagnostica mediante pruebas sanguíneas de ADN, pero no existe un tratamiento específico dirigido a la causa de la patología, sólo tratamientos que ayudan a paliar sus síntomas. Los pacientes con SXF tienen afectada la neuroplasticidad, es decir, la propiedad del cerebro para recuperarse y reestructurarse desde el punto de vista molecular y celular. La neuroplasticidad es clave para el desarrollo y el aprendizaje, y su afectación provoca en estos pacientes una disminución en la capacidad intelectual (desde leve hasta el retraso mental severo) y les genera problemas sociales y conductuales (déficit de atención, hiperactividad, autismo, etc.).
El fármaco de Connecta Therapeutics ha demostrado en estudios preclínicos ser un buen modulador de la neuroplasticidad, mejora la capacidad cognitiva y restaura características de autismo tales como los problemas de interacción social. “Estamos muy satisfechos con la incorporación de Inveready y el CDTI en la compañía no sólo como socios inversores y estratégicos, sino por su experiencia en el impulso de proyectos con gran impacto en I+D. Queremos llevar este fármaco first-in-class lo antes posible a ensayos clínicos para comprobar la eficacia de esta estrategia terapéutica para el SXF” explica Jordi Fàbrega, CEO de Connecta Therapeutics. La compañía prevé iniciar los ensayos de Fase I a finales de 2021 y los de Fase IIa en 2023.
“El valor diferencial de este fármaco es que actúa a través de la modulación de múltiples proteínas implicadas en las anomalías de la estructura de las espinas sinápticas de las neuronas corticales del SXF” destaca la Dra. Mara Dierssen, asesora en investigación de Connecta Therapeutics. De esta forma, el fármaco puede hacer frente a los problemas que suelen limitar la utilidad clínica de muchos tratamientos farmacológicos, especialmente en el sistema nervioso central. La Dra. Dierssen dirige el grupo de Neurobiología Celular y de Sistemas del Centro de Regulación Genómica (CRG), reconocido internacionalmente por sus descubrimientos pioneros en discapacidad intelectual y síndrome de Down, y ha participado activamente en el desarrollo preclínico del fármaco.
Para Inveready esta es la octava inversión de su fondo Biotech III. Sara Secall, Operating Partner & Life Sciences Investment Director de Inveready, remarca que “de Connecta nos gustó la solvencia y audacia del equipo emprendedor, así como los resultados preclínicos. El fármaco se dirige a una clara necesidad del mercado y además tiene un perfil de extensión a otros trastornos del neurodesarrollo”.
La modulación de la neuroplasticidad también podría ser una estrategia efectiva en otros trastornos del sistema nervioso central ya que se ha observado una afectación de ésta en pacientes que presentan una disminución de la capacidad intelectual y problemas de conducta. En este sentido, el fármaco de Connecta Therapeutics podría ser efectivo en indicaciones como el síndrome de Rett, el síndrome de Down o trastornos del espectro autista.