El karité es un producto natural que nace del Butyrospermum parkii, un árbol de la sabana que crece en el centro y el oeste de África, en países como Nigeria, Senegal o Burkina Faso.

Los frutos que produce este árbol parecen nueces y en su interior se esconden almendras blancas y naturalmente grasas. Cuando estas almendras se manipulan se convierten en una masa amarillenta: la manteca de karité. Cada año, un árbol produce una media de veinte kilos de masa.

Propiedades

Contiene antioxidantes como los tocoferoles (vitamina E) y catequinas (que también se encuentran en el té verde). Se han detectado otros compuestos específicos como alcoholes triterpénicos, cuya propiedad es de reducir la inflamación; ésteres de ácidos cinámicos, que tienen una capacidad limitada de absorber radiación ultravioleta (UV), y lupeol, que impide los efectos del envejecimiento de la piel inhibiendo enzimas que degradan las proteínas de la piel. La manteca de karité también protege la piel estimulando la producción de proteínas estructurales por células dérmicas especializadas.

Se conoce sobre todo a esta grasa por sus propiedades hidratantes por lo que es utilizada en la composición de numerosos preparados de la industria cosmética como la Crema Bio-Hidratante, que además de Karité contiene todas las propiedades del Aloe vera.

La Manteca de Karité a través de la historia

Los africanos, desde tiempos inmemoriales, cocinan la pulpa y la cáscara, según recetas tradicionales de cada región. La grasa de la manteca de karité, que viene de la simiente, es un condimento, como nuestra mantequilla o margarina, utilizada en salsas y frituras.

Prueba de ello es que ha sido mencionada en numerosos documentos africanos a lo largo de su historia o también era muy apreciada por Cleopatra, y es que ya se contaba, que en Egipto llegaban caravanas repletas de vasijas con manteca de karité para el cuidado de su piel e incluso las tumbas de algunos reyes fueron talladas con la madera del árbol que da origen a la manteca y sentido a su nombre , el karité o Vitellaria paradoxa que significa mantequilla, quedando de manifiesto por éstos detalles que la manteca de karité ha sido un pilar fundamental de la farmacología africana.

En Europa, el fruto del árbol de Karité es utilizado para la composición de muchas preparaciones cosméticas, pues esta manteca es muy rica en vitaminas y sustancias nutritivas, teniendo muchas propiedades ya mencionadas.

Los beneficios de la manteca de karité para la piel

Durante el embarazo es muy habitual la aparición de estrías, sobre todo en el abdomen y la cintura como consecuencia del aumento de volumen debido al crecimiento y desarrollo del bebé. También es común que surjan en el pecho debido al crecimiento que los senos sufren cuando se preparan para la producción de leche materna.

La manteca de karité es muy útil a la hora de prevenir las estrías tanto en el embarazo como durante la lactancia.

La manteca de karité ayuda a suavizar y reparar la piel, convirtiéndose en una opción natural excelente a la hora de reducir y tratar las grietas que aparecen sobre la piel. ¿Y cómo ayuda? Devolviendo la elasticidad a las pieles secas.

Por ello también actúa como un maravilloso hidratante natural, evitando la deshidratación al minimizar que el agua salga de la piel conservandola.

Si tienes la piel sensible es bastante probable que ya te hayas percatado que no todos los cosméticos y productos –incluso aunque sean naturales- le sientan bien a tu piel. Sorprendentemente la manteca de karité es útil para pieles muy delicadas, aportando una excelente cualidad hidratante tanto de la piel del rostro como del cuerpo.

Destaca por su altísimo contenido en vitamina F, la cual se convierte en un componente ciertamente vital de las membranas celulares.

Por su alto contenido en nutrientes esenciales la manteca de karité ayuda a prevenir y a tratar el envejecimiento de la piel, especialmente cuando ese envejecimiento es prematuro, gracias a que estimula el metabolismo de las células cutáneas previniendo la aparición de arrugas.

Dado que la manteca de karité es útil y beneficiosa para la piel seca también se convierte en una solución natural excelente para hidratar los labios resecos, especialmente cuando esta sequedad ha sido causada por el frío.

Aunque tradicionalmente la manteca de karité ha sido utilizada sobre la piel por sus distintas cualidades, ¿sabías que también es útil para el pelo y para el cuero cabelludo?. Ayuda a proteger el cabello del daño solar ejerciendo un efecto protector.

Pero sus beneficios no acaban aquí, dado que regenera el cabello restaurando la estructura capilar, aportándole brillo, volumen y una maravillosa suavidad.

Además de los beneficios mencionados en las líneas anteriores, también aporta las siguientes propiedades:

- Eritemas solares: ayuda a proteger la piel contra los eritemas solares, que consisten en la inflamación de la piel que ocasiona la aparición de manchas rojas.

- Cicatrizante: actúa como cicatrizante de las heridas, sobre todo cuando éstas son pequeñas y no son profundas.

- Manos secas y agrietadas: puede actuar de forma muy beneficiosa como crema para las manos, siendo ideal para tratar las grietas en las manos y también la sequedad de la piel.

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