En 1989 se realizó el primer trasplante con células madre de sangre de cordón umbilical. Desde entonces se han llevado a cabo más de 40.000 trasplantes en una amplia variedad de enfermedades 1,2.
Los bancos de sangre de cordón umbilical se empezaron a establecer en 1993. En la actualidad se conservan unos 5 millones de unidades: 800.000 en bancos públicos y más de 4 millones en bancos privados2.
Congeladas y conservadas adecuadamente3, las propiedades de las unidades de sangre de cordón umbilical pueden mantenerse durante más de 20 años
En caso de utilizarse para tratamiento, el tiempo y la flexibilidad son vitales4. Cada vez son más numerosas las enfermedades que empiezan a tratarse con células madre mesenquimales de sangre de cordón umbilical. La COVID-19 es una de ellas, además de la artritis reumatoide, la parálisis cerebral o la displasia broncopulmonar en neonatos prematuros.
Hasta la fecha no existen medicamentos efectivos para tratar el síndrome respiratorio agudo causado por el coronavirus en los casos más críticos. Sin embargo, un estudio reciente5 presenta el tratamiento con células madre de cordón umbilical de un varón de 72 años contagiado de COVID-19.
Después de recibir cinco infusiones intravenosas de células madre durante ocho días, se frenó el deterioro provocado por la enfermedad
Además, se observó una ligera mejoría en la función renal y respiratoria, lo que abre una ventana terapéutica en estos pacientes.
A pesar de los avances en medicina, la displasia broncopulmonar6 continúa siendo una causa de mortalidad frecuente en nacidos pretérmino. También origina problemas respiratorios y neurológicos.
Urge encontrar tratamientos que mejoren el pronóstico de esta patología. Por eso, dos grupos de científicos coreanos llevaron a cabo un ensayo clínico en bebés prematuros6. El objetivo, determinar la eficacia del trasplante de células madre mesenquimales de sangre de cordón en el tratamiento de la enfermedad.
En los resultados de este estudio publicado recientemente, las células madre mostraban una tendencia a disminuir la incidencia de muerte y de la enfermedad. Especialmente, entre bebés nacidos en la semana 23 a 24. Otra de las conclusiones fue que el éxito del trasplante depende en gran medida del origen de las células madre mesenquimales.
Las células madre de sangre de cordón tienen varias ventajas sobre las adultas: menor inmunogenicidad, más capacidad de proliferación, potencia paracrina y eficacia terapéutica tanto en vitro como en vivo
Gracias a su capacidad inmunoreguladora, las células madre mesenquimales son consideradas una herramienta prometedora en el tratamiento de enfermedades autoinmunes. Es el caso de la enfermedad de injerto contra huésped, la enfermedad inflamatoria intestinal, la esclerosis múltiple y la dermatitis atópica. Algunos estudios incluso han demostrado que podrían ser protagonistas de una nueva terapia eficaz para la artritis autoinmune.
Comparadas con las de médula ósea, las células madre de sangre de cordón umbilical tienen claras ventajas
Por ejemplo, accesibilidad, mayor capacidad de proliferación y menor inmunogenicidad, propiedades de autorenovación y diferenciación multipotente. Además, las de sangre de cordón tienen rasgos inmunoreguladores que permiten el trasplante alogénico.
La parálisis cerebral8 es una de las causas más frecuentes de discapacidad infantil y afecta al desarrollo y a la capacidad de funcionar del individuo. Los estudios clínicos muestran que la infusión de células madre de sangre de cordón es una estrategia terapéutica prometedora para este trastorno.
Un estudio publicado en ‘Cell Transplantation’ muestra una mejora significativa en la motricidad gruesa tras la infusión de células madre de sangre de cordón
Los beneficios en el grupo infundido con células mesenquimales fueron superiores a los del grupo control, que solo recibió terapia de rehabilitación básica.
A pesar de todos los avances en el tratamiento del infarto de miocardio, la pérdida de tejido cardiaco funcional sigue siendo un problema. Un equipo de científicos del hospital Germans Trias i Pujol de Badalona ha explorado durante años bioterapias innovadoras para la reparación cardiaca. En un artículo publicado en ‘Stem Cell & Therapy’ presentaron los resultados utilizando células madre mesenquimales de sangre de cordón y de tejido cardiaco adiposo (cATMSCs).
Ambos tipos de células madre tienen propiedades de regulación inmune y un potencial cardiovascular prometedor. Esto les dota de un gran valor para uso clínico. Sin embargo, las cATMSCs se suelen extraer de donantes adultos y tienen características intrínsecas y factores de riesgo que pueden derivar en una pobre funcionalidad de las células madre. Otra restricción asociada a estas células es que, al estar alojadas en el tejido cardiaco adiposo, no son fácilmente accesibles.
Como alternativa, una muestra de sangre de cordón umbilical se puede obtener de forma segura e indolora
Las células madre mesenquimales extraídas de ella pueden ser crioconservadas durante mucho tiempo. No pierden sus propiedades regenerativas e “inmunoprivilegiadas”. Además, la sangre de cordón conlleva un riesgo menor de transmitir infecciones virales o mutaciones somáticas en comparación con los tejidos adultos.
En el contexto de las terapias basadas en células, las de sangre de cordón requieren menos tiempo de cultivo que las cATMSCs para lograr la expansión ex vivo a un número fijo de células. Por lo tanto, es menos probable que las células madre mesenquimales de cordón umbilical muestren rasgos apoptóticos.
REFERENCIAS: