Ion Arocena es licenciado en Biología por la Universidad Complutense de Madrid con Premio Extraordinario (2003) y Master MBA por la EOI (2010). Cuenta con años de experiencia en evaluaciones científico-técnicas y de viabilidad comercial de tecnologías, proyectos y empresas en el ámbito de la biotecnología. Trabajó como Técnico de Vigilancia Tecnológica en el Círculo de Innovación en Biotecnología/OTRI UAM (2004- 2005) y Técnico de Evaluación y Comercialización en Genoma España (2005-2006). Posteriormente, fue socio y Director de Inversiones de la firma de capital riesgo especializada en biotecnología, SUANFARMA Biotech SGECR y consejero-representante en Agrenvec, Vivia Biotech y Clavesuan. Desde 2016 es Director General de AseBio, la Asociación Española de Bioempresas.

¿Consideras que la nueva ley de Ciencia y la Ley de Start-ups pueden suponer un impulso para el crecimiento de las empresas biotecnológicas o piensas que podría haber sido más ambiciosa?

Con respecto a la ley de la Ciencia en AseBio desde el principio creímos que la reforma era una ocasión única para impulsar la colaboración y la transferencia en nuestro sistema de I+D. Por eso, no dudamos en hacer una serie de propuestas y de participar en todo su proceso de modificación. Era necesario modernizar nuestro sistema de I+D+I, y con esta Ley se sientan las bases para este cambio. Creemos que la incorporación de modelos de innovación abierta, y de crear espacios de trabajo conjunto entre el sector público y privado es muy acertada. Sin embargo, no podemos olvidarnos de las empresas como las del sector biotecnológico que son las que facilitan que ese conocimiento llegue a la sociedad.

Con respecto a la Ley de Start-ups, sin duda la modificación que más va a afectar a nuestro sector de manera positiva es la de considerar como start ups, aquellas que tengan hasta siete años desde su creación. Esta fue una de nuestras propuestas, ya que la evolución y crecimiento de las empresas de nuestro sector no es como el resto de los sectores. Se tratan de empresas que invierten en I+D y que no tienen un producto para comercializar quizás hasta dentro de 10 o 12 años.

¿Consideras que España tiene potencial para impulsar la biotecnología como motor económico?

Sin duda. De hecho en el plan de la ‘España 2050’, que es la Estrategia Nacional a Largo Plazo en la que se han fijado una serie de prioridades, para el futuro de España, la biotecnología es clave para lograr cinco de los nueve grandes desafíos: Ser más productivos para crecer mejor, convertirnos en una sociedad neutra en carbono, sostenible y resiliente al cambio climático, preparar nuestro estado de bienestar para una sociedad más longeva, promover un desarrollo territorial equilibrado, justo y sostenible y ampliar las bases de nuestro bienestar futuro.

Incluso ahora, en la Presidencia española de la UE, en 3 de las 10 líneas de actuación la biotecnología y la innovación también serán claves.

Y es que nuestro sector ya contribuye con el 1% del PIB de la economía española, algo más de 11.000 millones de euros y emplea a más de 118.000 personas. En 2020 representaba el 0,9% con 10.336 millones de euros, en 2019, era el 0,8% con 10.131 millones de euros y en 2018 0,7% con 8.285 millones de euros. En estos años, el crecimiento ha sido progresivo incluso en años como el 2020 en el que la economía se paralizó como consecuencia de la pandemia.

Además, nuestro sector no sólo tiene impacto en la economía, sino que también tiene un impacto social. De hecho, la biotecnología tiene impacto en 13 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

¿Cómo de importantes son las políticas científicas y económicas autonómicas para el desarrollo de empresas biotecnológicas en una Biorregión?

Son muy importantes y lo estamos viendo en ejemplos concretos. Por ejemplo, Galicia, desde 2016 tiene a la biotecnología como sector clave y hoy se sitúa en 6ª posición en número de empresas y en inversión en I+D y 5ª en facturación media de las compañías.

Y más recientemente, Murcia, a pesar de solamente contar con 25 compañías ‘biotech’, cuenta con una Estrategia (RIS4MUR) con la que esperan aumentar la inversión en I+D y el número de empresas innovadoras. Esto ha hecho que en los últimos años crezcan el número de empresas ‘biotech’.

En la otra cara tenemos a Madrid, que a pesar de ser la nº 2 por detrás de Cataluña en número de empresas, facturación e Inversión en I+D, vemos en los últimos años poco movimiento en cuanto a nuevas empresas creadas.

¿Están las empresas biotecnológicas españolas en la vanguardia de las tendencias actuales en Salud (Ejm: medicina personalizada, terapias avanzadas)?

En terapias avanzadas España es una potencia. Nuestro país ocupa la quinta posición en número de publicaciones científicas en el ámbito de la terapia celular respecto al PIB, por delante de países como Corea del Sur, Reino Unido o Italia. En los últimos cinco años, España ha aumentado las publicaciones científicas en los tres tipos de terapias avanzadas principales (génica, celular y tisular).

Este mismo año, hemos publicado un mapa de capacidades de terapias avanzadas de nuestros socios, y hemos visto que tenemos más de 30 empresas biotecnológicas con capacidades para el desarrollo completo de las terapias avanzadas, desde las fases iniciales de I+D hasta los procesos de fabricación, transferencia y distribución.

La medicina personalizada de precisión supone un cambio de paradigma en la forma de prestar la asistencia sanitaria, incorporando estrategias de diagnóstico y tratamiento más eficaces y seguras, y aportando soluciones para garantizar la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.

Viendo los productos que han lanzado nuestras empresas socias en el último año (Informe AseBio 2022, lanzamientos de productos y servicios al mercado) podemos observar cómo la mayor parte de estos se centran en productos destinados al diagnóstico y a la medicina personalizada.

En el campo de la agricultura y la alimentación, nuestro sector cuenta con ejemplos muy interesantes de desarrollo de nuevas fuentes de proteínas, la mejora de la producción agrícola, desarrollando variedades vegetales más resistentes a plagas y enfermedades, así como cultivos con características mejoradas, como mayor durabilidad o mayor contenido nutricional.

¿Cuáles son en tu opinión los principales problemas con los que se enfrentan las empresas biotecnológicas españolas?

Los retos de las empresas están relacionados con su naturaleza innovadora y Deep-tech. Para poner en el mercado un producto, tienen que hacer fuertes inversiones durante un periodo muy largo para desarrollar sus tecnologías en entornos sometidos a una regulación muy exigente. Por la propia naturaleza de los proyectos de las empresas biotecnológicas, con un componente de investigación y desarrollo muy relevante, es habitual que fracasen.

Por estas razones, las empresas suelen encontrar dificultades para acceder a la financiación que necesitan y los instrumentos clásicos de ayudas públicas, cómo los préstamos no suelen ser adecuados para apoyarlos.

Necesitamos impulsar las políticas basadas en instrumentos de capital y subvenciones para apoyar a los sectores Deep-tech como la biotecnología, así como traccionar la inversión privada hacia este tipo de empresas con incentivos fiscales y de otro tipo.

Subscribirse al Directorio
Escribir un Artículo

Últimas Noticias

La exposición al frío y al calor duran...

El equipo de investigadores observó cambios en el...

Uso de RNA móviles para mejorar la asim...

El gen AtCDF3 promueve una mayor producción de az...

El diagnóstico genético neonatal mejor...

Un estudio con datos de los últimos 35 años, ind...

Destacadas

Eosinófilos. ¿Qué significa tener val...

by Labo'Life

En nuestro post hablamos sobre este interesante tipo de célula del si...

Un ensayo de microscopía dinámica del ...

by CSIC - Centro Superior de Investigaciones Científicas

La revista ‘Nature Protocols’ selecciona esta técnica como “pro...

Diapositiva de Fotos