En julio de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba el brote de mpox como Emergencia de Salud Pública de Interés Internacional. Ante el incremento de personas afectadas por este virus zoonótico (transmisible de animales a seres humanos), la comunidad científica ha puesto en marcha varios estudios con el objetivo de frenar la propagación de la infección entre la población. Fruto de este contexto, la revista Nature Communications, una de las más prestigiosas en el campo de la ciencia, ha publicado este lunes 2 de octubre el artículo “Self-sampling monkeypox virus testing in high-risk populations, asymptomatic or with unrecognized monkeypox in Spain”, un estudio diseñado e implementado por profesionales del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida de Cataluña (CEEISCAT) con la colaboración de IrsiCaixa y del Departamento de Microbiología del Laboratorio Clínico Área Metropolitana Norte - Hospital Germans Trias i Pujol (Campus Can Ruti), en el que se demuestra la importancia del automuestreo a la hora de diagnosticar los casos asintomáticos o que no presentan la sintomatología típica de mpox.

El proyecto, llamado “Stop mpox”, ha estado liderado por la doctora Cristina Agustí y el doctor Jordi Casabona del CEEISCAT, grupo de investigación del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), y ha evaluado una estrategia de cribado del virus causante de mpox mediante la autotoma de muestras biológicas entre gays, bisexuales, otros hombres que tienen sexo con hombres y mujeres trans, colectivo potencialmente expuesto a este virus. La asociación de base comunitaria Stop ha contribuido a la realización del trabajo de campo de este estudio desarrollado en Barcelona.

La intervención se diseñó en el contexto del brote de mpox –una infección habitualmente transmitida por el contacto piel con piel durante la actividad sexual– de julio de 2022, en el que España fue el tercer país más afectado fuera del continente africano. El diagnóstico es un factor clave para la contención de la transmisión del virus, pero muchos casos de personas infectadas no se detectaban a causa de la falta de síntomas, o bien porque éstos no se relacionaban con la infección. Por eso, el objetivo del estudio ha sido describir la viabilidad y aceptabilidad de una estrategia de automuestreo basada en la comunidad como vía para facilitar el acceso al diagnóstico y tratamiento de las personas asintomáticas o con signos leves no reconocidos en las poblaciones expuestas de mayor riesgo.

Según Cristina Agustí, los hallazgos del estudio "Stop mpox" demuestran que limitar la prueba sólo a las personas sintomáticas resulta insuficiente para hacer frente a posibles brotes, ya que excluye a otras muchas que podrían estar infectadas y podrían transmitir el virus. “Nuestra intervención ha sido capaz de aislar virus con capacidad replicativa e infectiva en la población estudiada. Es decir, incluso los participantes que no presentaban síntomas o con cargas virales bajas tenían virus viables para infectar a otras personas”, clarifica.

Un total de 113 personas voluntarias participaron en el estudio, todas ellas reclutadas a través de la ONG Stop, las cuales se autotomaron muestras anales y faríngeas. Tras el análisis en el laboratorio, todas las personas participantes fueron informadas de su diagnóstico y, a las que obtuvieron un resultado positivo, se les preguntó por la aparición de síntomas en las tres semanas después de la aparición del resultado positivo por mpox. Los casos positivos fueron 7; tres declararon carecer de síntomas y, otros tres, un cuadro clínico no específico del virus. "Para poder confirmar o descartar los casos positivos, realizamos pruebas PCR a partir del material genético de las muestras biológicas", explica la autora del estudio e investigadora principal de IrsiCaixa Nuria Izquierdo-Useros. “A las muestras que dieron positivo se les aplicó un segundo test que analizaba la capacidad de los virus detectados para infectar células en cultivo. Esta capacidad infectiva refleja su potencial para ser transmisible a otras personas”, añade.

La prevalencia de la infección estimada a partir del estudio fue del 6,19%. Igualmente, se encuestó a los participantes sobre su satisfacción con la metodología del automuestreo, certificando un alto grado de aceptación por su facilidad y eficacia.

El proyecto, que se enmarca en el Programa de Investigación en Salud Pública y Atención Primaria del IGTP, hace valer la experiencia del CEEISCAT, en colaboración con IrsiCaixa y Microbiología del Hospital Germans Trias i Pujol, en el planteamiento y evaluación de estrategias de diagnóstico fuera de los ámbitos sanitarios formales para diferentes agentes infecciosos, que su director, el doctor Jordi Casabona, valora como “una pieza primordial para el control de las infecciones emergentes y re-emergentes que podemos encarar en el futuro”. El personal investigador cree que los resultados de la investigación podrán contribuir a mejorar las políticas de prevención y control frente a eventuales nuevos brotes de esta infección, sugiriendo la necesidad de facilitar las pruebas diagnósticas a todas las personas potencialmente expuestas, independientemente de su sintomatología clínica.

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