La investigación realizada en los últimos años ha revolucionado el tratamiento del cáncer. Gracias a ella se ha entendido que esta enfermedad es tremendamente heterogénea y se ha podido avanzar en definir las características moleculares que la hacen diferente. En base a todos estos hallazgos ha sido posible avanzar en la medicina de precisión, desarrollando tratamientos dirigidos a dianas moleculares específicas. Pero, aunque muchos de estos tratamientos han sido aprobados, en la práctica clínica diaria todavía no se aplican y se está creando una importante brecha en el acceso a estos fármacos de precisión.

Un artículo publicado recientemente en Nature Medicine, cuyo primer autor es el Dr. Joaquín Mateo, jefe del Grupo de Investigación Traslacional en Cáncer de Próstata del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y oncólogo del Hospital Universitario Vall d’Hebron, que forman parte ambos del Campus Vall d’Hebron, y en el que también ha participado la Dra. Elena Garralda, jefa del Grupo de Desarrollo Clínico Precoz de Fármacos y directora de la Unidad de Investigación de Terapia Molecular del Cáncer (UITM) – CaixaResearch, ambos del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), ha querido profundizar en estas desigualdades existentes entre el desarrollo de nuevos tratamientos y su aplicación real a los pacientes. “Muchos de estos nuevos fármacos aprobados están dirigidos a grupos de pacientes muy concretos, según el perfil molecular del tumor. Hemos podido avanzar gracias a la incorporación de las tecnologías genómicas en los estudios clínicos. Sin embargo, se constata que estas mismas tecnologías no han llegado al día a día de la práctica clínica y esto hace que no lleguen a los pacientes”, explica el Dr. Mateo.

Esta situación se ha traducido en una brecha en la asistencia a los pacientes, que no pueden acceder a fármacos que han demostrado que son beneficiosos para algunos subgrupos de pacientes, o que experimenten retrasos en el acceso a los fármacos desde su aprobación, porque hay un problema de acceso a los test para identificar qué pacientes son candidatos fuera del paraguas de los centros académicos. “Corremos el riesgo, por tanto, de crear una inequidad en el acceso a la medicina de precisión según dónde está recibiendo tratamiento el paciente”, incide el Dr. Joaquín Mateo.

Medidas de mejora

En el artículo, los autores plantean que es preciso llevar a cabo un giro en el modelo de asistencia y que el paciente se convierta realmente en el centro de la atención. “Es necesario cambiar nuestra forma de trabajar para favorecer que cualquier paciente tenga acceso a estos test genómicos, independientemente del hospital donde reciba la atención. Para eso es necesario que los datos puedan viajar de forma más fácil”, plantea el Dr. Joaquín Mateo.

En el artículo también se plantea la necesidad de trabajar con los diferentes actores del sistema sanitario, como las entidades reguladoras o los organismos financiadores, para reducir las discrepancias entre las recomendaciones de las guías de práctica clínica y el acceso real a una tecnología o fármaco. “Esta brecha existente lleva a la frustración tanto en médicos como en pacientes, cuando ven que una intervención recomendada por las guías en realidad no está disponible por un problema de acceso a los test”, añade el Dr. Joaquín Mateo.

En su artículo también se expone la necesidad de mejorar la educación de los profesionales sanitarios para interpretar mejor los datos genómicos en la práctica clínica y vencer así las resistencias al cambio. En esto se incluye mejorar el formato en que se reportan estos datos precisamente para que sea más fácil interpretarlos. “Por último resaltamos la importancia de ayudar a los pacientes a aprender la relevancia de estos ámbitos para empoderarlos hacia el acceso a estas nuevas tecnologías y poder decidir sobre sus propios datos”, finaliza el Dr. Mateo. Con todas estas acciones los autores coinciden en señalar que se lograría que todo el esfuerzo realizado en la investigación se tradujera a la práctica clínica real de una manera más efectiva y precoz, lo que redundaría siempre en la mejora de los resultados de los pacientes con cáncer, a la vista de los resultados logrados por los diferentes ensayos de la medicina de precisión.

Referencia:

Joaquin Mateo, Lotte Steuten, Philippe Aftimos, Fabrice André, Mark Davies, Elena Garralda, Jan Geissler, Don Husereau, Iciar Martinez-Lopez, Nicola Normanno, Jorge S. Reis-Filho, Stephen Stefani, David M. Thomas, C. Benedikt Westphalen and Emile Voest. Delivering precision oncology to cancer patients. Nat Med 28, 658–665 (2022). https://doi.org/10.1038/s41591-022-01717-2

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