Determinar con precisión la fecha de la muerte de una persona es un aspecto clave en la resolución de casos forenses. Una investigación conjunta del Área de Microbiología de la Universidad de Burgos, el ITACyL y las Universidad de Gerona y Tennessee ha aportado un nuevo método para hacer dataciones a partir de los análisis de las comunidades bacterianas de la cavidad oral, así como de los restos de sedimentos asociados a los cadáveres.

Estos estudios son el resultado de las investigaciones realizadas por el Profesor del Área de Microbiología David Rodríguez Lázaro junto a científicos de otras tres instituciones (Universidad de Girona, Universidad de Tennessee y el ITACyL y han sido publicado en las revista Molecular Oral Microbiology y Forensic Sience International. Los resultados se presentaron la semana pasada en el Congreso de la Organización Internacional de Odontoestomatología Forense (IOFOS) celebrado en Bélgica.

A la hora de estimar el momento de la muerte resulta esencial tener un buen conocimiento de la descomposición del cuerpo y del efecto que las condiciones ambientales puede ejercer sobre este proceso. Dada la gran variedad de cambios postmortem, se han desarrollado diferentes métodos científico-forenses para datar una muerte, aunque no todos se puedan aplicar en todos los casos. El estudio de la ecología microbiana abre un nuevo campo de aplicación para los científicos.

Los microorganismos coexisten con nosotros durante nuestra vida jugando un importante papel tanto en la salud como en la enfermedad. Después de la muerte, y a medida que avanza el proceso de descomposición, las comunidades bacterianas cambian en función de las condiciones microambientales que se van estableciendo" explica el Profesor David Rodríguez Lázaro. "En nuestros estudios hemos utilizado estos cambios para estimar la fecha de la muerte. A diferencia de los insectos, que deben acceder al cadáver para contribuir a su descomposición, las bacterias ya están en nuestro cuerpo en el momento de la muerte", añade.

Los autores del estudio

David Rodríguez Lázaro es profesor y Director del Área de Microbiología de la Universidad de Burgos y coordina el grupo de investigación “Microbiología Genómica” (MIG). Marta Hernández es investigadora y responsable del Laboratorio de Biología Molecular y Microbiología en el ITACyL y Profesora Asociada de Microbiología de la Universidad de Burgos. Narciso Martín Quijada es estudiante de doctorado en el programa de doctorado “Avances en Biotecnología y Seguridad Alimentarias” de la Universidad de Burgos.

Publicaciones:

Adserias-Garriga J, Hernández M, Quijada NM, Rodríguez Lázaro D, Steadman D, Garcia-Gil J. (2017) Daily thanatomicrobiome changes in soil as an approach of postmortem interval estimation: An ecological perspective. Forensic Sci Int. 278: 388-395. doi: 10.1016/j.forsciint.2017.07.017.

Adserias-Garriga J, Quijada NM, Hernández M, Rodríguez Lázaro D, Steadman D, Garcia-Gil LJ. (2017) Dynamics of the oral microbiota as a tool to estimate time since death. Mol Oral Microbiol. doi: 10.1111/omi.12191.

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