La pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 en la que estamos inmersos desde hace unos meses ha afectado claramente a las start-ups y spin-off del sector biomédico, aunque no todos los impactos han sido negativos. En GENESIS Biomed hemos hablado con algunas de las empresas que estamos apoyando, que nos han explicado cómo la pandemia ha cambiado su forma de trabajar y las lecciones que han aprendido de esta dura experiencia.

Marta Barrachina, CEO y fundadora de Admit Therapeutics

Los meses de confinamiento han reafirmado la importancia de los planes de contingencia y la importancia de la digitalización de las empresas. Disponer de una conexión VPN nos ha permitido no perder el ritmo de nuestro desarrollo. El uso de teleconferencia ha reducido nuestra movilidad y, en consecuencia, hemos dispuesto de más tiempo para gestionar solicitudes de subvenciones nacionales y europeas y cerrar inversiones internacionales muy importantes, como la recibida por parte de la Alzheimer’s Drug Discovery Foundation.

El equipo de I+D, pese que ha tenido que frenar el ritmo en el laboratorio, se ha centrado en optimizar el diseño experimental y bioinformático que estamos desarrollando para obtener un algoritmo predictivo del Alzheimer.

El punto negativo ha sido que no hemos podido reclutar nuevos pacientes para nuestro estudio clínico. Los que ya tenemos en el estudio, únicamente hemos podido hacerles un seguimiento telefónico.

Jordi Martorell, CEO y fundador de Aortyx

Para Aortyx lo más negativo ha sido parar los estudios con animales y en el laboratorio durante casi tres meses. Esto ha retrasado algunos avances técnicos del proyecto. Al mismo tiempo, el hecho de paralizar los estudios nos ha servido para profundizar en el plan de negocio y el plan regulatorio a nivel muy elevado durante estos meses. Esto nos permite colocarnos en una mejor posición de cara a nuestras conversaciones con inversores.

En conclusión, nos estamos planteando seriamente un “confinamiento” de un mes cada año en el que paremos máquinas con el objetivo de priorizar y centralizar otros temas que el día a día no nos permite abordar.

Andreu Climent, CEO y fundador de Corify

Desde la perspectiva de una startup de biotecnología como Corify, la pandemia ha tenido consecuencias negativas y positivas. Negativas porque la fase clínica de validación se ha retrasado ya que los hospitales no han podido seguir los procedimientos programados.

Como aspectos positivos, Corify ha visto como las áreas de desarrollo han continuado a pleno rendimiento, incluso a mayor velocidad que en la “antigua normalidad” y en particular, los procesos regulatorios han avanzado a un ritmo más veloz. Además, la coordinación organizativa que ha impuesto el teletrabajo ha funcionado a la perfección desde el inicio, contribuyendo a que todo sea más ágil y flexible. Además, hemos tenido la suerte de poder tramitar una ayuda del CDTI con unos mecanismos burocráticos más livianos y que nos ha permitido contratar nuevo personal durante la pandemia.

Pere del Campo, CEO y fundador de Cornea

El hecho de no poder salir de casa ha hecho que mi esposa y mi hija hayan tenido que vivir de cerca mis preocupaciones laborales. Al mismo tiempo, he aprendido a mantenerme más calmado, ser más disciplinado, a optimizar mejor los recursos de la compañía y a hacer más unión de equipo.

Adrià Maceira, CEO y fundador de CreatSens

La pandemia de covid-19 nos muestra lo débiles que somos como especie y también nuestra fragilidad mental. Me preocupa la inestabilidad económica, que provocará que los emprendedores tengan que salir adelante con aún menos recursos de los que teníamos. El miedo hace que proyectos muy buenos ahora no puedan seguir adelante por falta de fondos. Y por supuesto, nos ha afectado el impacto que la Covid-19 ha tenido en los pacientes y las familias que han sufrido por ello.

A nivel positivo, hemos comprobado que es posible realizar todo nuestro trabajo desde casa -excepto el del laboratorio-. La pandemia nos ha servido para reinventarnos y ver que aunque no haya contacto social -y a veces lo echo de menos- se puede continuar trabajando bien.

Agnès Arbat, CEO y fundadora de Oxolife

La pandemia nos ha confirmado que, pese a las dificultades del entorno, vale la pena arriesgar. Seguir trabajando ha hecho que la situación fuera un poco más “normal” y hemos visto que explicar nuestros objetivos a nuestros colaboradores hace que compartan tu entusiasmo. La crisis nos ha hecho avanzar al ver que, a pesar de las circunstancias, puedes seguir. Y valoras aún más a los compañeros.

Como negativo destacamos el hecho de trabajar con la incertidumbre: “¿El entorno te va a responder?” Por otro lado, esto es el día a día del emprendedor.

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