La nueva Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados adapta las últimas directivas de la Unión Europea respecto a la gestión de residuos y pretende potenciar los principios de la economía circular, contribuir a la lucha contra el cambio climático y proteger el medio marino.

La ley contiene múltiples elementos que favorecen el mayor aprovechamiento de los recursos materiales, la reducción de los residuos generados y una mejora en la jerarquía de gestión. Veamos algunos de los puntos más destacados que ayudarán a desarrollar una economía más circular.

Agilizar la tramitación de subproductos

Como novedad importante, la nueva ley habilita a las Comunidades Autónomas (CCAA), además del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a evaluar y autorizar la gestión de subproductos en sus comunidades. Esta modificación agilizará sin duda muchas de estas gestiones que actualmente estaban en trámite, sobre todo en aquellas CCAA con reglamentación aprobada y donde ya existía esta figura desde hace más de 20 años.

Los subproductos se definen como substancia u objeto sobrante de un proceso de producción que puede ser utilizado directamente en otro proceso productivo en sustitución de una substancia o materia similar.

Reducir el peso de los residuos generados

Se establece un objetivo de reducción en peso de los residuos generados del 15% para el 2030 y se apuntan una serie de medidas de prevención que incluyen, entre otras:

  • La optimización de los recursos en todo el ciclo de vida del producto.
  • Promover y facilitar la reincorporación de subproductos en las cadenas de valor y de materias, sustancias u objetos reciclados con declaración de fin de la condición de residuo.
  • Reducir la generación de residuos alimentarios –tanto en producción como venta y distribución– y fomentar la donación de alimentos.
  • Promover el comercio de productos a granel y el empleo de envases reutilizables.
  • Adoptar medidas que permitan evitar la obsolescencia programada de los equipos eléctricos y electrónicos.

Maximizar la valorización de los residuos

Respecto a la producción, posesión y gestión de los residuos se adoptarán las medidas necesarias para asegurar que los residuos se reutilicen, reciclen y valoricen. Algunas de estas medidas serían la recogida separada, la prohibición de utilizar la incineración –con o sin valorización energética– o el depósito en vertedero de los residuos valorizables.

Sobre la gestión municipal se establece un objetivo para el 2035 de preparación para la reutilización y reciclado del 65% en peso de todos los residuos municipales, así como la recogida separada de: papel, metal, plástico, vidrio, biorresiduos, textiles, aceites de cocina, residuos domésticos peligrosos, residuos voluminosos (muebles, etc.) y otros que se determinen reglamentariamente.

Esta medida se alinea con el cumplimiento de la directiva comunitaria de 2018 que reduce para 2035 el depósito en vertedero de residuos municipales al 10%.

Respecto a los biorresiduos y los residuos de envases y plásticos compostables se tratarán en instalaciones específicas de reciclado, priorizando el compostaje y la digestión anaerobia que puede ser una fuente adicional de biogás que sustituya una parte del gas natural de origen fósil. La obligación de adquirir bolsas compostables para los residuos orgánicos será una nueva oportunidad para los fabricantes de bioplásticos biodegradables.

Los aceites usados se tratarán dando prioridad a la regeneración, como, por ejemplo, para la fabricación de bases para nuevos aceites industriales y se podrá restringir su uso en instalaciones de incineración o coincineración.

Producir de manera más sostenible

El título IV regula la Responsabilidad ampliada del productor, que establecerá una serie de obligaciones para determinados productos, mediante real decreto, con la finalidad de promover la prevención y mejorar la reutilización, el reciclado y la valorización de los residuos. Será necesario:

  • Diseñar productos y componentes más sostenibles a lo largo de todo su ciclo de vida.
  • Aceptar la devolución de productos reutilizables y de los residuos generados tras su uso, así como organizar la gestión de estos residuos.
  • Utilizar materiales reciclados.
  • Aumentar los periodos de garantía, la vida media y evitar la obsolescencia programada.

Estas obligaciones podrán cumplirse de manera individual o mediante la participación en los “Sistemas de Responsabilidad Ampliada del Productor” que se organicen. Hasta la fecha, los Sistemas Integrados de Gestión (SIG’s) existentes cumplen la mayoría de estas obligaciones y es de esperar que se adapten para dar cumplimiento a esta ley.

Minimizar el plástico de un solo uso

Esta ley recoge las obligaciones de la Directiva (UE) 2019/904 relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente (conocida como Directiva sobre plásticos de un solo uso), que establece entre otras las siguientes medidas:

  • Reducción del consumo de plástico hasta un 70% en 2030 en vasos para bebidas y recipientes para alimentos.
  • Prohibida la venta de diversos productos de plástico de un solo uso.
  • Requisitos de diseño para recipientes de plástico para bebidas como las tapas y tapones que deberán permanecer unidos al recipiente o las botellas de PET que contendrán como mínimo un 25% de material reciclado.
  • Requisitos de marcado sobre opciones de gestión de estos residuos, o los medios de eliminación que deben evitarse.
  • Recogida separada de botellas de plástico que llegará al 90% en peso respecto al material introducido en el mercado en 2029.
  • Se establecerá un régimen de Responsabilidad ampliada del productor para diversos productos de plástico de un solo uso.
  • Se crea un impuesto especial de 0,45 €/kg a la fabricación, importación o adquisición intracomunitaria de envases de plástico no reutilizables. No se gravan los materiales destinados a la exportación, los envases o contenedores de medicamentos y productos sanitarios, alimentos para usos médicos, preparados para lactantes de uso hospitalario, o envases de residuos peligrosos de origen sanitario.
  • No se graba el plástico reciclado que contengan los envases y por ello se espera una revalorización importante de los plásticos recuperados o reciclados. De hecho, el precio de estos materiales recuperados se ha incrementado de manera substancial en los últimos meses

Desincentivar la eliminación de los residuos

Aunque en algunas comunidades autónomas ya existen impuestos sobre la eliminación de diferentes residuos, se crea ahora a nivel estatal el impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y coincineración de residuos. El objeto de este impuesto, que puede ser de hasta 40 €/t, es el fomento de la prevención, la reutilización y el reciclado, desincentivando el depósito en vertedero, la incineración y coincineración de residuos.

No cabe duda de que las diferentes disposiciones de esta ley refuerzan un mejor uso de los recursos materiales, una minimización en la generación de los residuos y un mejor aprovechamiento de los mismos. Confiamos en que los decretos y reglamentos que se desarrollen nos permitan avanzar rápidamente hacia una economía mucho más circular.

Imagen: José Antonio Camacho, dir. medioambiente, GRIFOLS

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