La mayoría de las distrofias hereditarias de la retina carecen hoy en día de un tratamiento eficaz. Una de las trabas a la hora de desarrollar nuevos tratamientos, es la dificultad de investigar los efectos funcionales y fisiológicos que tienen en el ojo los más de 270 genes asociados a patologías de la retina. El segundo reto es generar un modelo fiable a la hora de probar, preferiblemente de forma masiva, compuestos potencialmente terapéuticos que se hallan en fase preclínica. Con la intención de solucionar ambas cuestiones hace años se planteó el generar, a partir de células madre humanas, un órgano completo in vitro: un organoide.

¿Cómo se genera un organoide?

A día de hoy, se pueden extraer células de la piel del paciente, obtener células madre y a partir de ellas dirigir la diferenciación a distintos tipos celulares. Gracias a la combinación y optimización de protocolos, además somos capaces de de obtener estructuras tisulares organizadas.

¿Cómo son los organoides de retina?

El ojo humano es un órgano complejo, formado por capas de células muy diferentes, con funciones muy especializadas y organizadas en una estructura concreta. A pesar de que los organoides de retina obtenidos hasta la fecha no son aún una copia exacta del ojo humano, son lo suficientemente similares para que los resultados obtenidos en organoides se puedan extrapolar al órgano in vivo. Los organoides de retina contienen la mayoría de los tipos celulares presentes en la retina humana. También mantienen una estructura ordenada en capas y son capaces de responder a estímulos de luz.

¿Qué utilidad tienen los organoides en el desarrollo de nuevas terapias?

La gran ventaja de los organoides radica en que las células derivadas del paciente comparten su genoma y por tanto, son una muy buena réplica del contexto genético y celular del ojo de esa persona. Los tratamientos que obtengan buenos resultados en el organoide tienen más posibilidades de funcionar en humanos que los ensayados en modelos animales, que por tener una estructura y metabolismo ligeramente distintos al humano pueden afectar la respuesta a la terapia. Por otro lado, debido a la facilidad de manejo y almacenamiento, permiten la realización de ensayos múltiples de manera simultánea. Esta comprobación masiva agiliza los ensayos preclínicos, y por tanto acorta los tiempos de transición para la aplicación de la terapia en humanos.

Imagen: Imagen comparativa de la estructura y componentes de una retina humana y un organoide de retina. Extraída de Afanasyeva et al. 2021.*

Bibliografia Principal: *Afanasyeva TAV, Corral-Serrano JC, Garanto A, Roepman R, Cheetham ME, Collin RWJ. A look into retinal organoids: methods, analytical techniques, and applications. Cell Mol Life Sci. 2021 Oct;78(19-20):6505-6532. doi: 10.1007/s00018-021-03917-4. Epub 2021 Aug 22. PMID: 34420069; PMCID: PMC8558279.

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