Un estudio liderado por Vall d'Hebron concluye que la dieta mediterránea incrementa la actividad de la microbiota colónica. Este aumento de valores se puede traducir en un aumento de gases debido a la alta actividad fermentativa del intestino. La investigación ha corrido a cargo de un equipo de científicos liderados por Dr. Fernando Azpiroz, especialista del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Vall d'Hebron y jefe del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR) y del grupo de Neurogastroenterología del CIBEREHD y ha sido publicada en la revista Nutrients.
El objetivo de los investigadores era determinar el efecto de la dieta en la microbiota intestinal, el conjunto de microorganismos que se encuentran en los intestinos. Por todo ello llevaron a cabo un estudio aleatorizado y cruzado alrededor de la dieta occidental y la dieta mediterránea rica en fibra a partir del análisis de los casos de 20 hombres sanos. Se analizaron sólo hombres con el objetivo de evitar que la diferencia entre sexos influyera en los resultados obtenidos.
Para llevar a cabo la investigación, los participantes se sometieron a períodos de dos semanas por cada tipo de dieta. Además, durante el período intermedio de cambio de modelo hicieron una dieta de lavado de dos semanas más. El procedimiento también se fija en el impacto de estas dos dietas en su función digestiva y las sensaciones provocadas cada individuo entre otras cuestiones.
“Este estudio muestra cómo la dieta de tipo mediterráneo induce una adaptación de la microbiota intestinal, que permite un aprovechamiento más eficiente y una mejor tolerancia de la dieta sana rica en residuos vegetales. Es interesante que este proceso adaptativo no requiere un gran cambio estructural de la microbiota, sino que se lleva a cabo fundamentalmente por una adaptación de las vías metabólicas de los microorganismos preexistentes. Es decir, los mismos microorganismos aprenden a utilizar de forma más eficiente los substratos disponibles”, expone el Dr. Azpiroz.
Diferencias en los metabolismos microbiales
El elemento principal que caracteriza la dieta mediterránea es su alto contenido en fibra. Por el contrario, la dieta occidental cuenta con menos elementos vegetales y un mayor número de grasas. Por todo ello, los resultados del trabajo muestran que la dieta mediterránea genera, en comparación con la dieta occidental, un mayor número de gases, sensación de flatulencia y ruidos intestinales. Además, también genera un mayor contenido colónico.
A pesar de las diferencias en la composición de la microbiota entre los dos modelos, el estudio constata que las funciones metabólicas en los organismos son prácticamente idénticas. No obstante, el estudio detectó cambios en algunas vías del metabolismo microbial. Por otra parte, la investigación también remarca que los efectos de las dietas son menos evidentes en aquellos individuos que cuentan con una microbiota robusta.
En este sentido, la publicación expone que los individuos sanos que cambian de dieta toleran el cambio de dieta con menos modificaciones en la composición microbial pero con diferencias en el metabolismo microbial.
El estudio, galardonado con el Premio Internacional Hipócrates 2021 de la Real Academia de Medicina y Cirugía del Principado de Asturias, ha contado con la participación del Vall d'Hebron Instituto de Investigación (VHIR), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) y el CSIC de Asturias y de Murcia.
