Dormir, igual que respirar, es una acción que realizamos a lo largo de nuestras vidas. El sueño, que representa más del 25 % de nuestro tiempo, es el estado natural de descanso del cuerpo y constituye un factor importante para su autorregulación. Sin embargo, existen varias enfermedades que afectan a la calidad del sueño y que pueden producir síntomas de distinta gravedad.

La AOS es un trastorno que se presenta con mayor frecuencia en hombres que en mujeres, aumentando con la edad y la obesidad. Si bien su prevalencia en la población general va del 9 % al 38 %, esta se dispara hasta el 90 % en hombres y el 78 % en mujeres en algunos grupos de personas mayores. Pese a estas elevadas cifras y a sus graves consecuencias, la mayoría de pacientes de AOS no reciben diagnóstico ni tratamiento.

El motivo es que el método de referencia para diagnosticar la AOS, la polisomnografía (PSG) nocturna, es una técnica invasiva que implica pasar una noche en el hospital conectado a un equipo que controla la actividad del corazón, de los pulmones y del cerebro; los patrones de respiración, los movimientos de los brazos y piernas, y los niveles de oxígeno en sangre durante el sueño, y que, además, supone un coste elevado y no proporciona información a largo plazo sobre la afección del paciente.

El nuevo enfoque propuesto por los investigadores, que fue diseñado y probado en colaboración con el «Laboratorio del sueño» del Hospital Clínic de Barcelona, es capaz de detectar el sonido a partir de la respiración oral y nasal mientras se duerme en casa, y de identificar los momentos en los que no se respira, además de analizar los datos mediante unos algoritmos desarrollados en el IBEC y diferenciar entre apneas –cese completo del flujo a aire durante más de diez segundos- e hipoapneas –cese parcial del flujo aire durante más de 10 segundos.

Según sus autores, los nuevos resultados pueden ser de gran interés para que los clínicos desarrollen una herramienta de selección y monitorización de pacientes de AOS desde casa. “Nos encontramos mucho más cerca de encontrar una alternativa real para millones de personas que sufren apneas pero que aún no han sido diagnosticadas ni tratadas”, comenta Raimon Jané, investigador principal en el IBEC, profesor de la UPC y líder de esta investigación.

El profesor Raimon Jané y su grupo del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) han trabajado intensamente en los últimos años buscando soluciones en la denominada «salud móvil» («mHealth», en inglés). Recientemente, Jané, junto con Yolanda Castillo e Ignasi Ferrer, ambos estudiantes de doctorado con beca de la Fundación «la Caixa», han publicado un estudio en «IEEE Access», la revista científica multidisciplinar de acceso abierto del IEEE.

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