Tranquilidad y confianza son las palabras más repetidas por los padres que, pese a no poder llevarse a su bebé recién nacido a casa por ser prematuro, tener bajo peso o por cualquier circunstancia que requiera atención especializada, con lo que eso conlleva de preocupación, miedo y frustración, tienen que dejar a su pequeño ingresado en la UCI Neonatal de la Fundación Jiménez Díaz o de los hospitales universitarios Infanta Elena (Valdemoro), Rey Juan Carlos (Móstoles) o General de Villalba.
Es una prioridad para estos servicios de ingreso neonatal mantener un protocolo de puertas abiertas, es decir, favorecer que los padres pasen el mayor tiempo posible junto a sus hijos, todo el que quieran y puedan, sin horarios ni restricciones. Esto les permite estar mejor informados, participar e implicarse en el cuidado del recién nacido en un proceso continuo de aprendizaje junto con los profesionales de la unidad, sintiéndose con todo ello más seguros y comprobando y compartiendo la evolución del pequeño en sus primeros días de vida.
Pero sabemos que esto no siempre es posible. Debido a las diferentes causas por las que un bebé puede tener que estar ingresado en una UCI Neonatal, su estancia en la misma puede abarcar desde algunas jornadas hasta un par de meses, siendo el promedio de unos 20 días, y las circunstancias de cada madre o padre también son distintas. Así, alguno de los dos puede tener que incorporarse a sus obligaciones profesionales, ocuparse de otros hijos -que gracias a este nuevo servicio pueden conocer a su nuevo hermano, aunque aún no esté en casa- o atender compromisos familiares o necesidades que les obliguen a ausentarse puntualmente de la unidad. Incluso en el caso de que la madre haya tenido una cesárea complicada y necesite recuperarse en algunos momentos en la habitación del hospital, puede seguir viendo a su bebé en todo momento.
Ninguno quiere separarse ni un minuto de su pequeño, una situación que ahora es más fácil de sobrellevar con una nueva funcionalidad del Portal del Paciente -aplicación de desarrollo propio disponible en los citados cuatro hospitales que ya suma unos 340.000 pacientes dados de alta en el conjunto de estos centros-, y que, gracias a unas cámaras web instaladas en las cunas de este servicio permite a los padres ver en cualquier momento a su bebé a través del dispositivo en el que tenga instalada esta herramienta digital.
Transparencia, seguridad y comunicación como complemento a la atención sanitaria
En tiempo real y las 24 horas del día -con información inmediata si el servicio no está disponible debido a la realización de pruebas al recién nacido-, desde el móvil, tableta u ordenador y, para garantizar la privacidad y seguridad en su uso, el hospital no guarda grabación de las imágenes, no se reproduce sonido y sólo está disponible para los progenitores, ya que se activa automáticamente en el caso de la madre, mientras que el padre debe dar de alta al menor como tutelado en su aplicación para tener acceso a esta funcionalidad. Todo ello logra que esta herramienta complemente la información y la atención sanitaria que se ofrece en la UCI Neonatal y mejore la calidad asistencial percibida por los padres desde el punto de vista humano.
"Se trata de que los padres que se ven obligados a ausentarse puntualmente del hospital y dejar a su bebé en la Unidad Neonatal, lo que siempre produce ansiedad, tengan la posibilidad y seguridad de que, cuando no están aquí, puedan ver cómo está su niño, de facilitarles una vigilancia de su bebé, aun no estando en el hospital, y ver en todo momento cómo está y los cuidados que se le aplican", explica Eva Rueda, responsable del Servicio de Información y Atención al Paciente de la Fundación Jiménez Díaz.
Esta última funcionalidad integrada en el Portal del Paciente -aplicación cuyo objetivo es informar al usuario de su proceso médico, involucrarle en el mismo y facilitar su relación con el hospital- supone un nuevo paso en la estrategia de Humanización de la Asistencia Sanitaria de los citados cuatro centros en un "ejercicio de transparencia que mejora la seguridad del paciente y optimiza su comunicación con el hospital", añade Rueda.
"Dejarlas aquí e irte a casa es muy difícil, pero sé que están bien cuidadas, y poder verlas cuando quiera a través de la webcam me deja más tranquila", explica por su parte Virginia, madre de Érika y Valeria, que vinieron al mundo hace un mes con 30 semanas y 5 días de gestación. "Me conecto todas las veces que puedo: desde casa, en el trayecto hacia allí o de regreso al hospital, en la calle…", continúa, subrayando lo positivo y útil de una iniciativa así: "Me parece una idea estupenda, me aporta tranquilidad", insiste.