Afortunadamente no han parado en los últimos años, los continuos avances en distintos campos de la medicina, genética, biología molecular, bioinformática, etc. Hemos sido capaces como sociedad de hacer crónicas muchas enfermedades y dolencias que hace sólo unas décadas eran mortales o absolutamente invalidantes para la vida cotidiana de las personas.
Pero el envejecimiento de la población, la cronificación de muchas enfermedades y las continuas innovaciones en fármacos, tecnologías y productos sanitarios suponen un enorme reto para todos los sistemas sanitarios. Más en un momento como el actual donde los presupuestos de las Administraciones públicas se han reducido de forma significativa y los recursos son cada vez más escasos. En muchas Comunidades Autónomas los presupuestos dedicados a la Sanidad suponen ya más del 40% del presupuesto global de la Comunidad.
Ante este escenario la pregunta que se plantea es si seremos capaces de financiar, en un sistema sanitario universal como el español, toda esta innovación tecnológica y farmacéutica. La respuesta no puede ser otra que la que debemos hacer todo lo posible para que sí seamos capaces. Como sociedad debemos seguir incentivando a que haya personas y empresas que tengan el incentivo de investigar y encontrar soluciones a nuestros problemas de salud.
El acceso a los nuevos fármacos preocupa a todos. A los pacientes que sufren su enfermedad y que cada vez están mejor informados sobre los avances de las investigaciones en su enfermedad y la disponibilidad de fármacos que pueden mejorar o incluso resolver sus patologías. A las Administraciones Públicas y a sus gestores porque deben ser capaces de financiar un servicio público con un presupuesto finito y sujeto además a la supervisión por parte de la Unión Europea para cumplir con los compromisos de déficit público asumidos. Y a la industria farmacéutica porque deben rentabilizar las importantísimas cantidades de dinero que invierten en investigación y desarrollo, precisamente, para poder encontrar soluciones a los problemas de salud de las personas.
En los últimos años, se han puesto en marcha numerosas medidas para la sostenibilidad del sistema sanitario español con especial incidencia en el mercado farmacéutico que ha visto reducido su facturación en aproximadamente un 30%. El nuevo modelo de copago farmacéutico, las reducciones de precio directas, el incentivo a la prescripción por principio activo, el incremento de genéricos, la desfinanciación de un importante paquete de fármacos para enfermedades o dolencias de escasa gravedad han sido ejemplos de este esfuerzo.
En los próximos años la entrada de los biosimilares, con el vencimiento de la patente de numerosos fármacos biológicos superventas ayudará también, previsiblemente, a hacer más sostenible el sistema.
En ese sentido, las Administraciones deben aprovechar los ahorros generados a través del incremento de la cuota de mercado de genéricos, fármacos de marca a precio de genérico, así como de los nuevos biosimilares, para adoptar un posicionamiento que permita incentivar la innovación, favoreciendo el acceso de los pacientes a fármacos que realmente aporten un beneficio diferencial respecto a los tratamientos existentes, acelerando los procesos de posicionamiento terapéutico y de precio-rembolso y generando unas condiciones donde los investigadores y la industria farmacéutica innovadora vea un incentivo real para seguir invirtiendo en nuevos fármacos.
El ahorro que se puede conseguir en fármacos ya maduros a través de las medidas descritas debe invertirse en seguir financiando e incentivando la innovación. Es saludable el incremento de la cuota de mercado de genéricos y la fuerte aparición en el mercado de los biosimilares, si somos capaces como sociedad de utilizar ese ahorro para invertir en la financiación de la innovación de nuevos fármacos y evitar así retrasos en el acceso a los fármacos por parte de los pacientes como ha sucedido con la hepatitis C por negociaciones y posicionamientos lícitos entre la Administración y los laboratorios.
Autor: Gonzalo Casino, director de Consultoría de la industria de Life Science and Healthcarende Deloitte