El resveratrol y la quercetina son dos ingredientes funcionales a los que se les ha atribuido efecto reductor de grasa en diversos experimentos realizados in vivo e in vitro. Sin embargo, su rápido metabolismo hace que solo una pequeña cantidad de estos compuestos lleguen a órganos y tejidos. Ahora, una nueva investigación plantea que el metabolismo no debe considerarse una limitación en la utilización del resveratrol en pre-adipocitos ni en la de la quercetina en adipocitos maduros.

La obesidad se define como un exceso en la acumulación de grasa corporal, la cual puede desembocar en el desarrollo de numerosas comorbilidades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 el 39% de los adultos tenía sobrepeso y el 13% obesidad. Es más, 41 millones de niños y niñas de 5 o menos años sufrían sobrepeso u obesidad, siendo 340 millones en el caso de los menores y jóvenes entre 5 y 19 años.

Los compuestos fenólicos son antioxidantes que se encuentran de forma natural en las plantas, las cuales los producen en respuesta al estrés, como un mecanismo de defensa. Gracias a diversos estudios, se ha visto que una dieta rica en compuestos fenólicos ayuda a mantener un estado de salud óptimo y reducir la incidencia de diversas enfermedades, como enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, etc. Cuando los compuestos fenólicos poseen en su estructura más de un anillo fenólico, estos compuestos pasan a llamarse polifenoles, un término más ampliamente conocido. El resveratrol y la quercetina son dos de los polifenoles más estudiados actualmente.

Los efectos beneficiosos del resveratrol fueron descritos por primera vez en 1982, cuando gracias a un estudio observacional se estableció una relación inversa entre el consumo moderado de vino y la prevalencia de enfermedades cardiovasculares. A esa observación se le llamó más adelante la “Paradoja Francesa”. Ese polifenol se encuentra principalmente en las uvas y sus bebidas derivadas (mosto y vino), bayas y cacahuetes, entre otros, y se le han atribuido diversas funciones biológicas como antioxidante, antinflamatoria, inmunomoduladora, antidiabética y anticancerígena, además de haberse visto que posee funciones antiobesidad debido a la reducción de la grasa corporal ejercida por diversos mecanismos, como la modulación de la ingesta, modificación de la absorción de nutrientes, regulación del ciclo celular de los adipocitos, disminución de la inflamación en el tejido adiposo, regulación de la función mitocondrial, inducción de la termogénesis y modulación de la microbiota intestinal.

Actividad tras el metabolismo

La tesis doctoral defendida por Itziar Eseberri Barace avanza un paso más en esas investigaciones y ha evidenciado que ciertos metabolitos de las moléculas resveratrol y quercetina, es decir, los productos que quedan tras su digestión, tienen actividad biológica y contribuyen parcialmente al efecto anti-obesidad de los compuestos. “Los resultados obtenidos demuestran que todos los metabolitos analizados del resveratrol contribuyen, en la misma medida que el polifenol, a la inhibición de la adipogénesis. En adipocitos maduros, aunque también resultan activos, el resveratrol es mucho más eficaz. En el caso de la quercetina, solo se le puede atribuir ese efecto al metabolito sulfatado (quercetina-3-O-sulfato) en los adipocitos maduros, ya que ninguno de los metabolitos de la quercetina resultó igual o más eficaz que ella misma en la inhibición de la adipogénesis –explica la investigadora-. Por lo tanto, se puede concluir que el metabolismo de esos dos compuestos puede suponer una limitación únicamente en el caso de los adipocitos maduros tratados con resveratrol y los pre-adipocitos en diferenciación tratados con quercetina”.

La quercetina se encuentra de manera más abundante en manzanas, cebollas, cerezas, bayas, brócoli y té. Al igual que en el caso del resveratrol, se le han atribuido numerosas funciones biológicas como antinflamatoria, antidiabética, antihipertensiva, antihipercolesterolémica, antiateroesclerótica y antiobesidad.

Hay que tener en cuenta que los compuestos fenólicos se encuentran en cantidades pequeñas en los alimentos, además de su baja biodisponibilidad, ya que, tras ingerirlos, sufren una extensa metabolización, haciendo que la cantidad que llega a órganos y tejidos sea relativamente baja. “Las cantidades de resveratrol y quercetina que se han utilizado en la mayoría de estudios in vitro realizados hasta el momento para estudiar su efecto como moléculas antiobesidad se alejan notablemente de aquellas que llegan a los tejidos, por lo que la utilización de dosis más cercanas a la realidad ha sido uno de los puntos novedosos de este trabajo –puntualiza Itziar Eseberri-. Además, hay muy pocos estudios realizados para comprobar si los metabolitos derivados del metabolismo de ambos polifenoles tienen actividad biológica al igual que el compuesto de origen”.

Por ello, el objeto de la tesis fue el de analizar en adipocitos 3T3-L1 si los principales metabolitos de los dos compuestos podían ser responsables y contribuir al efecto de reducción de grasa atribuido a resveratrol y quercetina, así como analizar y comparar los mecanismos de acción responsables del efecto antiobesidad de cada una de las moléculas en adipocitos en cultivo. Tras realizar diversos experimentos, los cuales han dado lugar a cinco artículos científicos publicados en revistas de alto impacto, el trabajo ha evidenciado que ciertos metabolitos de ambas moléculas tienen actividad biológica y contribuyen parcialmente al efecto antiobesidad. “La hipótesis que determina si los efectos beneficiosos para reducir los triglicéridos del resveratrol y la quercetina solo se les atribuye a ellos o también a sus metabolitos principales se ha confirmado parcialmente. El metabolismo no debe considerarse una limitación ni en el caso del resveratrol en pre-adipocitos en diferenciación ni de la quercetina en adipocitos maduros”, concluye la nueva doctora.

Información adicional

La tesis de Itziar Eseberri Barace (Pamplona/Iruñea, 1987), titulada ‘Erresberatrola eta kertzetinaren metabolitoen efektuak 3T3-L1 adipozitoen adipogenesian eta triglizeridoen metabolismoan, hala nola jatorrizko konposatuen efektuekin konparatzea’ (‘Effects of resveratrol and quercetin metabolites in adipogenesis and triglyceride metabolism of 3T3-L1 adipocytes and comparison to those of the parent compounds’), dirigida por los doctores Arrate Lasa Elgezua y Jonatan Miranda Gómez, ha sido escrita y defendida en euskera e inglés. El trabajo se ha realizado en el seno del grupo de investigación ‘Nutrición y Obesidad’ de la UPV/EHU, que pertenece al Centro de Investigación Biomédica en Red-fisiopatología de la obesidad y la nutrición (CiberObn), y en el Laboratoire de recherche sur les obésités del Institut des Maladies Métaboliques et Cardiovasculaires de Toulouse (Francia), donde la doctoranda realizó una estancia de tres meses. Para la realización de su tesis doctoral, contó una de las ayudas para la formación de personal investigador de la UPV/EHU.

Referencia bibliográfica

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