Un estudio internacional publicado en la revista Cell ha identificado un gen relacionado con la delgadez y la resistencia a ganar peso. La acción protectora de una variante de este gen ha sido comprobada en diferentes modelos animales.

La obesidad es una condición física patológica caracterizada por una excesiva acumulación lipídica que aumenta significativamente el riesgo a tener problemas cardíacos, diabetes o hipertensión, entre otros. Actualmente, esta condición afecta a más de 650 millones de personas y es la causa del fallecimiento de casi 3 millones de afectados cada año. La obesidad, por tanto, constituye un gran problema de salud a nivel mundial. Hasta ahora se han realizado múltiples investigaciones que han logrado desentrañar algunos aspectos clave de esta condición física. Por lo general, estos estudios se enfocan en identificar diferencias entre personas sanas y obesas, en lugar de buscar qué factores protegen a las personas sanas de convertirse en personas obesas.

Para este estudio, los investigadores utilizaron datos de 47 000 personas, obtenidos del Centro Estonio del Genoma, de la Universidad de Tartu. Todos los sujetos fueron separados por edad y género y se clasificaron como “obesos”, “controles” y “delgados” en función de su índice de masa corporal (IMC). Los autores analizaron los datos del genoma de los tres grupos y lograron identificar 38 genes que podrían explicar el fenotipo “delgado” en los individuos de la muestra.

Tras identificar los genes candidatos, los investigadores evaluaron cómo influyen sus equivalentes (ortólogos) presentes moscas de la fruta sobre la acumulación de triglicéridos. Los resultados indicaron que, de los genes estudiados, únicamente cinco tenían un efecto significativo en la disminución de la acumulación de triglicéridos. En concreto, la pérdida de función del gen Alk, ortólogo del gen humano ALK, redujo especialmente la acumulación de triglicéridos en moscas con dietas normales e incluso con dietas hipercalóricas.

El gen ALK humano típicamente se ha asociado a diferentes tipos de cáncer, como el neuroblastoma o el cáncer de pulmón, pero todavía no se conoce completamente su implicación en la función normal del organismo. De hecho, la función específica de la proteína que codifica el gen ALK, el receptor tirosina quinasa ALK, todavía es desconocida.

En una segunda aproximación, los autores utilizaron modelos de ratón con el gen Alk inactivado, de los que evaluaron diferentes aspectos. En el nacimiento, tanto los ratones control como los que tenían inactivados el gen Alk tenían un peso similar, pero, tras pasar 5 semanas, los segundos comenzaban a desarrollar un fenotipo “delgado”, que se mantenía hasta la edad adulta. Un análisis posterior de la grasa corporal de los ratones determinó que los ratones con el gen Alk inactivado tenían una menor acumulación lipídica en su tejido adiposo y unas células adiposas con un tamaño mucho menor al que se observó en los ratones control.

Para evaluar el efecto protector de Alk, los investigadores alimentaron a ambos grupos de ratones con una dieta hipercalórica durante un periodo de 16 semanas y midieron su masa corporal. Los resultados indicaron que los ratones con el gen Alk inactivado presentaban un aumento de masa corporal significativamente menor al de los ratones control.

Estos resultados ponen de manifiesto la importancia de estudiar, no solo las variantes genéticas potencialmente patogénicas, sino también aquellas que tienen un efecto protector. “Pocos estudios han evaluado la genética de la delgadez”, exponen los autores del estudio, a la vez que aseguran que “se debe en parte a la dificultad de identificar grandes cohortes adecuadas en las que se pueda refinar el verdadero estado de delgadez metabólicamente saludable”.

Los autores señalan la posibilidad de que, a partir de este estudio, se puedan desarrollar nuevas terapias dirigidas al gen ALK como tratamiento para la obesidad. “Los inhibidores de ALK ya se usan en tratamientos contra el cáncer”, explica Josef M. Penninger, uno de los autores. Sin embargo, todavía es necesario realizar nuevos estudios para evaluar la efectividad de este tipo de inhibidores como tratamiento contra la obesidad.

Artículo Original: Orthofer M, Valsesia A, Mägi R, et al. Identification of ALK in Thinness [published online ahead of print, 2020 May 21]. Cell. 2020;S0092-8674(20)30497-9. doi:10.1016/j.cell.2020.04.034

Fuente: Scientists discover a gene to stay thin. Austrian Academy of Sciences. https://www.oeaw.ac.at/en/detail/news/scientists-discover-a-gene-to-stay-thin/

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