Cuando se habla de telemedicina, suele definirse como “el uso de las tecnologías electrónicas de la información y la comunicación para prestar y apoyar la asistencia sanitaria cuando la distancia separa a los actores que participan en el proceso médico”.
En primer lugar, cuando nos referimos a la digitalización de la medicina, debemos recordar que los datos médicos descontextualizados tienen habitualmente poco valor y pueden sesgarnos, por lo que todo dato médico debe interpretarse en un contexto completo centrado en la problemática y las características del paciente.
Model Guided Medicine
Esto es lo que denominamos “Model Guided Medicine” o, en palabras de Claude Bernard (1813-1878), “quien no sabe lo que busca no entiende lo que encuentra”. (1,2)
Una vez escogido un flujo de trabajo concreto, debemos proceder a su modelización (qué datos, en qué orden y en qué formato son necesarios para realizar el proceso). Por ejemplo, si queremos digitalizar las consultas posquirúrgicas de traumatología, quizás necesitaríamos una foto de la herida, una serie de constantes vitales del paciente que puedan sugerir alguna complicación inmediata como una infección o un hematoma (fiebre, frecuencia cardíaca o tensión arterial), una radiografía posquirúrgica y una serie de datos subjetivos como si el paciente presenta dolor o se encuentra bien.
En el caso de que se analice el periodo posquirúrgico tardío requeriremos de otros datos distintos. Por consiguiente, el contexto del propio proceso también es importante. (3).
Variables para definir el alcance del proyecto
Para definir el alcance del proyecto a realizar conviene concretar las siguientes variables:
No existe ninguna guía que pueda estandarizar perfectamente el proceso de implantación de un nuevo modelo de telemedicina, pero el seguir unas guías básicas basadas en la evidencia puede ayudarnos a ejecutar la implementación de una forma más eficiente y medible maximizando el valor de introducir esta nueva forma de practicar la medicina sin perder de vista al paciente y manteniendo la humanidad del proceso asistencial.
Invito al lector a recordar que no existe herramienta digital que pueda solucionar por sí sola los problemas de una organización. El tec
Bibliografía: