Salut incorpora la prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) en el cribado en mujeres y personas con cuello uterino de entre 30 a 65 años. El objetivo es mejorar la detección de esta infección antes de la presencia de lesiones que puedan desarrollarse en cáncer de cuello uterino. De esta forma, Salut queda alineada con el resto de países europeos para alcanzar la estrategia mundial liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la eliminación del cáncer de cuello uterino. Esta nueva implementación ha contado con la colaboración del Instituto Catalán de Oncología como institución referente en VPH en el país.
Esta estrategia pretende que al menos el 70% de las mujeres estén cribadas con una prueba de alto rendimiento, como es la prueba de detección del VPH, así como que el 90% de los casos de cáncer y de lesiones precancerosas estén adecuadamente tratados. Hasta ahora, en Cataluña se cribaba a las mujeres y las personas con cuello uterino con citología, cada 3 años. Ahora se incorpora un nuevo cribado con la prueba para detectar el VPH en las mujeres entre 30 y 65 años.
Además, la estrategia de la OMS pretende alcanzar al menos que el 90% de las niñas estén vacunadas contra el VPH antes de los 15 años. En este sentido, Cataluña tiene incluida la vacuna contra el VPH en el calendario de vacunaciones sistemáticas y se administra tanto a niños como a 6º de primaria.
La incorporación de la prueba de VPH se enmarca en la actualización del Protocolo de detección precoz del cáncer de cuello de útero que se está desplegando en dos fases en Cataluña; en una primera fase, en el cribado oportunista las mujeres pueden solicitar la prueba del VPH en su centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (ASSIR) o bien ésta se realiza aprovechando otra consulta. En una segunda fase, se pasará a un cribado poblacional organizado, es decir, la prueba se ofrecerá proactivamente desde el sistema de salud a todas las mujeres y personas con cuello de útero de entre 30 y 65 años de toda Cataluña.
Primera fase: cribado oportunista
La primera fase del programa consiste en un cribado oportunista aprovechando una consulta médica ordinaria en un centro de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (ASSIR), en mujeres de entre 30 a 65 años. Esta primera fase empezó a implementarse en noviembre del año pasado en la Región Sanitaria Barcelona Ciutat y en febrero de este año en la Región Sanitaria Lleida. Durante este 2024, este cribado se irá implementando escalonada y progresivamente en el resto del país.
Segunda fase: cribado poblacional
La segunda fase del programa se empezará a desplegar a partir de 2025. Este cribado se basa la recogida de la muestra necesaria para realizar la prueba de detección de VPH por parte de las mismas mujeres y cuenta con elaboración de las farmacias. A través de un SMS se invita a la persona a recoger un dispositivo de automuestra en una farmacia. Este dispositivo deberá devolverse, una vez la persona haya realizado la automuestra, a la farmacia. Esta prueba también se seguirá haciendo en los ASSIR por parte de profesionales sanitarios en los casos en que la mujer así lo desee.
El cribado poblacional se inició a principios de 2024 mediante una prueba piloto en el ASSIR El Prat de Llobregat en colaboración con las farmacias de este municipio. En mayo se prevé extender este piloto al área de referencia del ASSIR Baix Llobregat - Litoral, es decir a los municipios de Begues, Castelldefels, Gavà, Sant Climent de Llobregat y Viladecans. Una vez finalizado este piloto, se implementará de forma progresiva el cribado poblacional en el resto del país.
El objetivo es implementar un modelo de cribado poblacional basado en la prueba de detección de VPH antes de 2029. Entre el 70-80% de los diagnósticos de cáncer de cuello de útero son mujeres no cribadas o subcribadas, por tanto la extensión del cribado poblacional permite llegar a toda la población y garantiza su equidad.
La prueba de detección del VPH
La detección del VPH en mujeres de entre 30 y 65 años permite adelantarse al desarrollo de la enfermedad y detectar la presencia de infección en lugar de la presencia de lesiones detectables; la prueba del VPH es más segura y tiene mayor sensibilidad que la citología.
Varios estudios demuestran que la prueba de detección VPH ofrece un incremento en la protección frente al cáncer invasor del 60-70% y una incidencia acumulada menor a 5,5 años después de un resultado negativo en comparación con la citología. Por tanto, la detección del VPH permite adelantarse a la aparición de lesión y, en consecuencia, permite alargar los intervalos de seguimiento, pasando de repetir las pruebas de 3 a cada 5 años con total seguridad.
La responsable del Programa de detección precoz del cáncer de cuello uterino del Instituto Catalán de Oncología (ICO), Laia Bruni, ha explicado que “Catalunya se equipara al resto de países europeos y ya es un paso más cerca de la eliminación de cáncer cuello uterino. El nuevo protocolo no sólo se enmarca en el Plan director de oncología de Cataluña y en el Plan europeo contra el cáncer, sino también en el Plan mundial de eliminación del cáncer. La investigación que llevamos realizando en las últimas 5 décadas ha permitido desarrollar nuevas herramientas y estrategias preventivas. Con todo esto podemos decir que el cáncer de cuello uterino es prevenible y que estas herramientas de prevención son tan efectivas que es un cáncer que podemos eliminar”.
Actualmente para esta prueba, el personal sanitario inserta suavemente un pequeño cepillo blando en la vagina hasta llegar al cuello uterino para recoger la muestra. Más adelante, con la implementación del cribado poblacional, esta prueba de detección del VPH la realizará la misma mujer, cuando sea convocada mediante un SMS, con un dispositivo de automuestra que deberá recoger y devolver a la farmacia. Se trata de una prueba rápida y que no provoca dolor.
Una vez en el laboratorio, la muestra se procesa mediante una tecnología que indica la presencia del virus (prueba positiva) o su ausencia (prueba negativa).
Para la recogida de la muestra se recomienda:
No realizar la prueba durante la menstruación;
Carecer de relaciones sexuales las 24 horas previas;
Evitar el uso de medicamentos no prescritos administrados por vía vaginal durante los tres días previos;
Evitar realizar la prueba durante el segundo o tercer trimestre de embarazo.
Las mujeres de entre 25 y 29 años que han iniciado la actividad sexual continuarán siguiendo las recomendaciones del protocolo vigente y, por tanto, se realizarán la citología de forma oportunista a los ASSIR, cada 3 años.
La prueba de VPH no está recomendada antes de los 30 años, puesto que muchas de las infecciones con VPH desaparecen por sí solas, sin que requieran ningún tratamiento.
EL VPH
El VPH se transmite por el contacto sexual e infecta el área anogenital y oral tanto de hombres como de mujeres. De hecho, el VPH es la infección de transmisión sexual más frecuente: se estima que un 80% de las personas sexualmente activas se infectarán por el VPH en algún momento de sus vidas. La infección por el VPH es la causa necesaria para el desarrollo del cáncer de cuello uterino, pero no todas las infecciones por VPH terminan causando su desarrollo: en la mayoría de casos, aproximadamente 9 de cada 10, esta infección no tendrá ninguna consecuencia, ya que se eliminará por sí sola y no provocará ninguna lesión.
Ahora bien, cuando la infección persiste (entre el 5% y el 10% de las mujeres infectadas), existe riesgo de desarrollar lesiones precancerosas en el cuello uterino que pueden progresar a un cáncer invasor.
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