El esfuerzo conjunto de profesionales de Vall d’Hebron, Bombers de la Generalitat y SEM (Sistema d’Emergències Mèdiques) ha conseguido salvar la vida a una mujer con hipotermia severa que estuvo en paro cardiaco más de seis horas. Audrey, de Reino Unido, y su marido Rohan, de Sudáfrica, pero residentes en Barcelona, salieron de excursión el pasado 3 de noviembre para realizar un recorrido desde Coma de Vaca a Nuria. Las condiciones meteorológicas fueron empeorando a lo largo de la mañana a causa del frío y la nieve. Audrey no recuerda nada de aquel día, pero Rohan explica que hacia las 13 horas vio que su mujer hablaba de forma extraña e inconexa. Poco después, Audrey dejó de moverse y quedó inconsciente. Rohan estaba en contacto telefónico con unos amigos que se encontraban en Vall de Núria. Estos amigos avisaron a los Bombers de la Generalitat, a las 13.36 horas. Rohan no estaba seguro de donde estaban, así que envió a sus amigos fotografías de la zona. Gracias a la experiencia y el conocimiento de la zona de los Bombers de la Generalitat, estos dedujeron que la pareja estaba en un lugar más elevado que el que habían referenciado.

Pere Serral, miembro de la Unidad GRAE (Grupo de Actuaciones Especiales) de los Bombers de la Generalitat, que participó en el rescate, explica que “inmediatamente, desde la Sala de Control de la Región de Emergencias de Girona se activaron el GRAE de Olot, dos dotaciones del parque de Ripoll y bomberos voluntarios del parque de Ribes de Freser para iniciar la investigación en la zona del camino de los Ingenieros”. Telefónicamente, los Bomberos dieron indicaciones de seguridad a Rohan y le dijeron que hiciera friegas a Audrey para que entrara en calor. En una segunda valoración de la ubicación (a pesar de no conseguir la geolocalización), los Bombers de la Generalitat valoraron que la pareja podía estar en la zona de las Pedrisses, por encima del camino de los Ingenieros. Paralelamente, desde la Sala Central de los Bombers de la Generalitat, el coordinador de guardia de los GRAE pidió activar un helicóptero de rescate y, a pesar de que en un primer momento parecía inviable por el mal tiempo (ráfagas de viento fuerte y ventisca), consiguieron elevarlo con miembros de la unidad especializada GRAE de la Seu d'Urgell, equipados con material de rescate, médico y de hipotermia. La tripulación del helicóptero analizó las variables y, a pesar de la complicación orográfica, optó por hacer el rescate. Los bomberos consiguieron identificar el albergue del Pic de l’Àliga, información que fue transmitida a la tripulación del helicóptero. Decidieron centrar los esfuerzos en la nueva ubicación, después de haber hecho una investigación exhaustiva por todo el camino de los Ingenieros.

Alrededor de las 15.30 horas visualizaron la pareja desde el aire. El mal tiempo dificultaba las maniobras del aparato, así que el helicóptero realizó un estacionario (helicóptero parado en el aire) y el personal del GRAE saltó desde el aparato a dos metros de tierra. “La primera valoración de Audrey indicaba que la situación era grave. No le encontraron ningún signo vital y le practicaron maniobras sanitarias prehospitalarias”, señala Pere Serral. Aun con la complicada situación por el estado de la víctima y las condiciones meteorológicas, el equipo de rescate de los Bombers de la Generalitat la cargó al helicóptero. Cuando aterrizaron en la helisuperficie de Campdevànol, empezaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar básicas de forma ininterrumpida junto con el equipo del SEM. Los Bombers de la Generalitat también procedieron a rescatar a Rohan, sin signos de gravedad en el diagnóstico.

El SEM entra en acción

A las 16.15 horas el SEM atendía a Audrey. La enfermera y el técnico en emergencias sanitarias iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, constatando que la paciente presentaba una hipotermia severa (18 °C). El SEM activó un total de seis unidades. Cómo explica el jefe territorial del SEM en Cataluña Central, Chus Cabañas, “el SEM ya tenía en la zona una unidad de Apoyo Vital Avanzado y el helicóptero medicalizado. A lo largo de esta intervención, se mantuvo la reanimación de forma prolongada y se empezó el proceso de recalentamiento del cuerpo”. La Central de Coordinación Sanitaria del SEM activó al jefe territorial de Cataluña Central, quien indicó que la paciente era candidata a ECMO y que el hospital de destino tenía que ser Vall d’Hebron, que cuenta con el ECMO Team, un equipo de profesionales de referencia en esta técnica tan compleja. Se alertó a Vall d’Hebron para que los profesionales se prepararan para su recepción.

Además, dada la hora próxima al ocaso, el SEM decidió que se tenía que activar el helicóptero medicalizado nocturno para que hiciese la derivación hospitalaria. “Para acortar los tiempos, ambos helicópteros del SEM se encontraron en un punto intermedio, la helisuperficie de Vic, donde se realizó el tránsfer de la paciente (17:07 horas) y fue el helicóptero de vuelo nocturno del SEM el que la trasladó hasta Vall d’Hebron, saliendo a las 17.24 horas y llegando a las 17.44 horas”, añade Cabañas. Allí, una unidad terrestre del SEM hizo el tránsfer hospitalario, donde lo estaba esperando el ECMO Team de Vall d’Hebron.

ECMO inmediata en Vall d’Hebron

Cuando Audrey llegó a Vall d’Hebron, el Dr. Eduard Argudo, del Servicio de Medicina Intensiva y miembro de la ECMO Team, coordinado por el Dr. Jordi Riera, ya había dispuesto el operativo para realizar ECMO (oxigenación con membrana extracorpórea). Después de examinar a la paciente en el mismo túnel de Urgencias, decidió que había que aplicar ECMO inmediatamente. “El corazón no tenía actividad eléctrica, no había signos vitales, tenía la piel fría y livideces. Parecía que estaba muerta, pero sabíamos que, en el contexto de una hipotermia, Audrey tenía posibilitados de sobrevivir”, explica el Dr. Eduard Argudo. De este modo, fue trasladada directamente al quirófano donde los profesionales del Servicio de Cirugía Cardíaca colocaron las cánulas de la máquina ECMO para hacer circular la sangre fuera del organismo, mientras profesionales de los servicios de Anestesiología y Medicina Intensiva seguían con las maniobras de resucitación. Después, Audrey fue trasladada a la Unidad de Cuidados intensivos en ECMO, todavía con el corazón parado, para seguir con el tratamiento y estabilización.

La ECMO es una técnica que se usa en pacientes críticos que sufren enfermedades muy graves respiratorias o cardiológicas en las cuales no basta con el apoyo vital convencional. La máquina sustituye temporalmente la función del pulmón o del corazón. Extrae la sangre a través de una cánula gruesa localizada en una vena de calibre grande, la mueve mediante una bomba centrífuga para que atraviese el oxigenador, donde se incorpora oxígeno y se retira dióxido de carbono. Posteriormente, la sangre se reintroduce en el organismo por una vena o una arteria, como se hizo en el caso de Audrey. Como explica el Dr. Eduard Argudo, “con Audrey, que estaba con hipotermia severa a 20 grados de temperatura, el objetivo de realizar ECMO era oxigenar la sangre y perfundir sus tejidos pero también recalentarla para, lentamente, aumentar la temperatura corporal. Por lo tanto, la ECMO permitió llevar oxígeno a los tejidos y recalentar su organismo”. La hipotermia es la disminución de la temperatura corporal central. Es severa cuando es inferior a 30 °C. A los 18 °C el cerebro puede tolerar periodos de paro cardiaco un tiempo diez veces superior que a 37 °C.

El objetivo de realizar ECMO a una paciente que llevaba en paro cardiaco más de dos horas antes de la llegada a Vall d’Hebron, afirma el Dr. Eduard Argudo, “era ganar tiempo para que el cerebro recibiera oxígeno mientras tratábamos la causa del paro cardiaco y corregíamos las alteraciones que presentaba”. Y enfatiza que “la hipotermia estuvo a punto de causar la muerte a Audrey pero a la vez, también la salvó, puesto que su organismo, y sobre todo su cerebro, no se deterioró. Si hubiera estado en paro cardiaco tanto tiempo con una temperatura corporal normal, habríamos certificado su muerte. Pero sabíamos que, con una hipotermia tan severa, tenía una oportunidad de sobrevivir gracias a la ECMO”. Audrey estuvo en la UCI en paro cardiaco mientras se seguía recalentando. A las 21.46 horas, su organismo ya había llegado a los 30 grados. “Decidimos realizar una descarga eléctrica para intentar despertar su corazón. Y así sucedió: su corazón volvió a latir de forma autónoma”.

Desde que se paró el corazón hasta que volvió a latir autónomamente, habían pasado más de seis horas. Una vez recuperada, Audrey presentó una situación de disfunción multiorgánica que requirió tratamiento en la UCI. Finalmente Audrey estuvo en la UCI durante seis días, “puesto que queríamos monitorizarla continuamente para valorar su recuperación física y neurológica. Nos preocupaban especialmente las posibles secuelas neurológicas, puesto que prácticamente no hay casos de personas que hayan estado con el corazón parado tanto de tiempo y hayan podido ser reanimados”, explica el Dr. Eduard Argudo. Posteriormente, Audrey fue trasladada a una habitación en la planta de hospitalización del Servicio de Medicina Interna, donde finalizó su estancia hospitalaria seis días después.

Actualmente, Audrey hace prácticamente vida normal y está recuperada. Volverá al trabajo en los próximos días. Falta que recupere toda la sensibilidad y movimiento en las manos, que quedaron afectadas por el frío

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