Los ministros de Competitividad de la Unión Europea (UE) han dado su apoyo a que todos los artículos científicos europeos financiados con fondos públicos o público-privados sean accesibles de forma gratuita para 2020.
Si bien lleva hablándose ya un tiempo sobre este acceso abierto, aún no es una realidad. Como consecuencia, profesores, doctores o empresarios no tienen acceso a los últimos avances científicos que pueden ser relevantes para su trabajo, mientras que las universidades tienen que hacer costosas suscripciones a editoriales para acceder a las publicaciones.
La investigación y el desarrollo generan conocimiento económico, más empelo y proporciona soluciones a los desafíos de la sociedad. Un acceso abierto rompe los muros que rodean a la ciencia y garantiza que la sociedad se beneficie todo lo posible del conocimiento científico. De este modo, se amplifica el impacto de las universidades y las instituciones de conocimiento.
En el momento en que el conocimiento y los datos estén disponibles públicamente, otros científicos podrán utilizarlos para su propia investigación. Tan sólo quedarán fuera de esta norma los casos que se refieran a la propiedad intelectual o que comporten una posible violación de la intimidad de alguien o un peligro de seguridad.
Por otro lado, los ministros de los países miembro también pidieron introducir cambios en la manera en la que son evaluados los científicos. Según su parecer ya no deberían ser juzgados por el número de publicaciones que producen sino más bien por el impacto social de su trabajo.
Este paso permitirá maximizar el impacto de la investigación y la innovación pero para llegar a esta meta hace falta que Europa sea tan activa como sea posible, no solo para los investigadores, sino también para que empresas de nueva creación (start ups) quieran localizarse e invertir en Europa. De hecho, una evaluación de los programas de investigación de la UE anteriores ha revelado que, por cada euro invertido en investigación e innovación se han generado aproximadamente once euros mediante innovaciones, nuevas tecnologías y productos.
El nuevo principio de innovación quiere asegurar que las iniciativas políticas y las leyes tengan en consideración el impacto de la innovación. De este modo, está previsto que los gobiernos, las empresas y las diferentes instituciones de investigación trabajen conjuntamente para borrar las barreras de la innovación de la legislación europea vigente.
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