La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que se debe a una reacción inflamatoria exagerada. No es en sí causada por una alergia en concreto, sino que se debe tanto a una predisposición genética como a la exposición de ciertos factores ambientales. Sí es cierto, no obstante, que suele darse mayormente en individuos con tendencia a sufrir alergias, pues su sistema inmune es más propenso a reaccionar de manera exagerada a alérgenos que no son peligrosos, como el polen, ciertos alimentos, humedad, determinadas condiciones climatológicas, etc. En nuestros posts sobre rinitis y alergias comentamos cómo se produce esta respuesta.
Ruptura de la continuidad de la piel
En la dermatitis atópica se produce una liberación de una molécula denominada histamina a nivel de la piel que genera los síntomas típicos de picor, inflamación y enrojecimiento. Con el rascado de las lesiones, sobretodo en niños, se puede a romper la continuidad de la piel, que es nuestra primera barrera de defensa, y es frecuente entrar en un círculo vicioso, en el que se empeora la situación y el problema llega a cronificarse. En pocas ocasiones la afección llega a ser grave pero sí que la mayoría de las veces agota a los niños y sus padres.
La dermatitis va en aumento
Se está observando que existe una tendencia al aumento de casos de dermatitis. En niños se habla de un 15% de la población infantil afectada y los pediatras comentan que un 5 % de sus pacientes acuden por este motivo a la consulta.
¿Qué hacer?
Bibliografía