Europa impulsa start-ups para dar una respuesta a la emergencia climática

La reducción de la huella de carbono antes del año 2025 se antoja una tarea indispensable para mejorar la calidad de vida de la población urbana, según un estudio de Naciones Unidas. Con el objetivo de contribuir a este y otros retos, Clean Cities Climate Accelerator -el programa de referencia en aceleración de empresas europeas en el ámbito de la sostenibilidad urbana- pone en marcha su proyecto para impulsar a las startups que pretenden contribuir al desarrollo de las ciudades del futuro. En esta nueva edición, las 29 start-ups seleccionadas tendrán la oportunidad de explotar todo su potencial para abordar la neutralidad climática, poniendo el foco en cinco áreas de actuación:

El programa:

La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) e Impact Hub Vienna (IHV) son las instituciones que lideran este proyecto en colaboración con una amplia red de socios tanto del ámbito público como del privado. Diseñado en tres fases, las start-ups seleccionadas recibirán apoyos económicos y recursos formativos para su consolidación en el mercado.

1. Exploración. La primera etapa, a punto de finalizar, se está centrando en ayudar a las start-ups a perfeccionar y desarrollar su modelo de negocio y una propuesta de valor única y específica. El programa ofrece formación virtual de alto nivel, talleres, tutorías individualizadas, exposición en diferentes eventos (este año Impact Days y South Summit), ante una red global propia y hasta 4.000 € de financiación por start-up.

2. Validación y colaboración. en esta segunda fase las start-ups se relacionarán con corporaciones y ayuntamientos, contarán con el apoyo de expertos y mentores y participarán en diferentes talleres y actividades en los que podrán trasladar un modelo de negocio bien formulado a clientes reales. Las start-ups trabajarán en la resolución de problemas reales a los que instituciones públicas y privadas se enfrentan a la hora de aplicar sus estrategias de lucha contra el cambio climático. En esta fase se aporta una financiación adicional de hasta 20.000 € por start-up.

3. Impacto. Alcanzada esta última fase, las start-ups estarán listas para presentar sus casos comerciales a inversores y/o clientes. Del mismo modo, participarán en talleres sobre valoración, estrategia de inversión, estructura financiera o negociación. Así mismo, tendrán acceso al programa de inversión EIT Climate-KIC y a otros inversores especializados.

Clean Cities ClimAccelerator se construye sobre los ecosistemas de innovación desarrollados por instituciones públicas como los Ayuntamientos de Madrid, Zaragoza, Valladolid y Viena y se centra en resolver aquellos desafíos reales a los que se enfrentan estas ciudades. Además, cuenta con la colaboración de importantes socios estratégicos: Ferrovial, Repsol, Acciona, Banco Santander, Zubicities, Wien Energie, Wiener Linien, Wiener Lokalbahnen o Wiener Wohnen, entre otros.

Sistemas de movilidad, logística y espacios públicos. El propósito principal es reducir, al menos, el 50% de emisiones de gases de efecto invernadero para alcanzar los objetivos de huella de carbono planteados en la Agenda 2030 de la Unión Europea (UE).

Espacios verdes, resiliencia climática y sistemas de adaptación urbana. Invertir en un entorno verde y la adaptación del sistema urbano para abordar los riesgos climáticos es sinónimo de inversión en salud pública.

Implementación de sistemas de energía renovables. La inversión en recursos sostenibles, de acuerdo a las políticas marcadas por la UE, se prevé como una de las soluciones a las necesidades energéticas actuales. Las administraciones locales deben liderar estos proyectos, que empiezan en cada casa y en cada barrio.

Sistemas de información y datos. Los estudios y la obtención de datos más precisos (económicos, tecnológicos y sociales) permiten abordar las estrategias y los objetivos para la descarbonización de las ciudades.

Rehabilitación comunitaria y renovación de barrios. El eje principal consiste en aprovechar las edificaciones urbanas para dotarlas de un sistema energético eficiente. De esta manera, y gracias a la tecnología, las viviendas pueden tener mejor resistencia al impacto climático y a su vez aprovechar la energía del entorno.