El grupo de investigación “Producción Vegetal y Calidad Agroalimentaria” de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) en colaboración con Juan Carlos Rico (Ayuntamiento de El Oso) ha identificado ejemplares de bayas goji en El Oso, en la provincia de Ávila con el objetivo de determinar de sus componentes nutricionales y funcionales para compararlos con las bayas goji comerciales en sus diferentes formatos: deshidratadas, en polvo liofilizado y en jarabe.

El grupo de investigación de la UCAV liderado por Cristina Lucini, y formado por María del Monte, Patricia Teresa Espinosa y David Jiménez, está poniendo a punto la técnica ELISA (enzyme-linked immunosorbent assay), con el objetivo de determinar vitamina B9 (ácido fólico) y la vitamina B12 en las bayas recolectadas en El Oso, junto a las bayas comercializadas en sus diferentes formatos.

Lo que se pretende, según la directora del proyecto, es “cultivar en la provincia de Ávila bayas de Goji de manera sostenible y ecológica”, ya que este producto es muy caro y llegan de fuera de nuestro país. El grupo de investigación está convencido de que cultivar bayas de Goji en Ávila es una buena alternativa agronómica especialmente para cultivos leñosos, al tratarse de una especie arbustiva con cerca de tres décadas de duración.

La mayor parte de las frutas wolfberry (bayas de Goji) producidas se secan bajo el sol, y en China estas bayas se consumen como parte habitual de la dieta. Las bayas de Goji secas son un ingrediente común en los productos comerciales de alimentos suplementos y la medicina tradicional china. Como explica la directora del grupo de investigación Cristina Lucini, “las bayas de Goji se añaden con frecuencia a las sopas, ollas calientes, y té de hierbas, y también se empapa popularmente en los vinos solo o junto con otros ingredientes para hacer vinos funcionales. Esto es debido a su gran contenido en nutrientes beneficiosos para el organismo y sus funciones vitales”.

Goji se produce como un arbusto común con hojas comestibles, delicadas y pequeñas flores de color púrpura. Crece de forma natural en todas las regiones del norte y oeste de China, y cuando se cultiva, la planta alcanza una altura de unos 2 metros. El fruto es más o menos en forma de huso o elipsoidal (elíptico en la sección larga y circular en sección transversal), 6-20 mm de largo y 3-10 mm de diámetro. La fruta contiene 20-50 semillas y tiene un sabor dulce y afrutado. Las dos principales especies cultivadas en China son L. barbarum L. y L. chinense Miller. La especie L. barbarum se cultiva ampliamente por la medicina en el norte y el noroeste de China, especialmente a lo largo del río Amarillo en la provincia de Ningxia. Casi la mitad de la fruta de Goji comercial producido en China es de Ningxia, y la mayor parte es L. barbarum.

La especie L. barbarum también es autóctona de Europa como se describe en la flora por Alemania, Austria y Suiza, aunque no hay evidencia de un consumo tradicional de sus frutos en Europa. L. chinense, que es un pariente más pequeño, se encuentra ampliamente en china y crece también en Nepal, Pakistán, Tailandia y Europa.


Fuente: DiCYT - Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología

http://www.dicyt.com/noticias/la-ucav-investiga-la-produccion-de-las-bayas-de-goji-en-la-provincia-de-avila
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