Más de 130 niñas y adolescentes diagnosticadas en el Hospital Sant Joan de Déu de un tumor del desarrollo en que el tratamiento podía comprometer su fertilidad futura han sido intervenidas para extraerles una muestra de tejido ovárico que les permita, una vez lleguen a la edad adulta, ser madres.

El Hospital Sant Joan de Déu Barcelona es el centro que más casos de cáncer infantil atiende en el estado español, con 400 nuevos pacientes cada año. Desde el año 2000, dispone de un programa que es referente en España en criopreservación de tejido ovárico de aquellas niñas, jóvenes y mujeres adultas que, a causa de una enfermedad o al tratamiento recibido (en muchos casos un cáncer a pesar de que pueden ser otras patologías), pueden ver comprometida su fertilidad futura.

Estas dos circunstancias hacen que, en las últimas décadas, Sant Joan de Déu se haya convertido en uno de los centros que más muestras de tejido ovárico ha congelado. Entre los años 2000 y 2023, ha extraído 303 muestras de tejido ovárico y las ha enviado, para su proceso de preparación y criopreservación, al Banc de Sang i Teixits. Un 43 % de estos tejidos, más de 130, pertenecen a pacientes diagnosticadas de un tumor del desarrollo o cáncer durante la infancia o adolescencia.

Hasta ahora, los profesionales del programa de preservación de la fertilidad del Hospital Sant Joan de Déu han vuelto a reimplantar su tejido a 21 mujeres que han manifestado su deseo de tener un hijo. Siete de ellas ya lo han conseguido: tres de manera espontánea y cuatro más mediante una fecundación in vitro. Una de estas mujeres se acogió al programa de preservación de la fertilidad después de diagnosticarle un cáncer infantil o tumor del desarrollo, un osteosarcoma.

Criopreservación de tejido ovárico en casos de cáncer infantil

“Cuando a una mujer se le diagnostica un tumor que puede comprometer su fertilidad, la primera opción es extraerle óvulos y congelarlos. No obstante, en las niñas la vitrificación de ovocitos no es posible, porque todavía no han llegado a la pubertad. En estos casos, la única opción posible es extraer y preservar tejido ovárico, y esto es lo que hacemos. La paciente más pequeña tenía 22 meses cuando lo hicimos”, explica Cristina Salvador, que, junto con Santiago González, coordinan el programa de preservación de la fertilidad del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.

Cuando la paciente es adolescente y ya tiene la menstruación, los profesionales pueden optar por la vitrificación de ovocitos siempre que sea posible. “El tiempo de que disponemos es clave. Para poder extraer los óvulos, se tiene realizar una estimulación ovárica y esto requiere un margen de tiempo de dos semanas que, a veces, no tenemos, porque los oncólogos tienen que iniciar el tratamiento de manera inmediata. Por eso, a veces, en estos casos también tenemos que seguir optando por la preservación del tejido ovárico y descartar la congelación de óvulos”, añade Salvador.

La extracción del tejido ovárico se lleva a cabo en quirófano, en una intervención mediante laparoscopia. El proceso de extracción del tejido ovárico se realiza de forma coordinada con el Banc de Sang i Teixits en el menor tiempo posible. Al llegar al banco, el tejido es sometido a una congelación controlada especial, con el objetivo de preservar al máximo sus células, hasta llegar a una temperatura de -196 °C. El tejido criopreservado se guarda en tanques de nitrógeno líquido hasta el momento del trasplante. Entonces, se descongela de forma controlada para llevarlo, en las mejores condiciones, a la cirugía, que se realiza también mediante laparoscopia.

Tasa de embarazo del 33 %
“La criopreservación de tejido ovárico y su posterior trasplante es una técnica que está dando muy buenos resultados. Tiene una tasa de embarazo del 33 %. En la actualidad no sabemos con certeza qué vida puede tener el tejido reimplantado y por eso, solemos hacer una fecundación in vitro cuando han pasado cuatro meses del trasplante y ya observamos señales de actividad del tejido. También hemos tenido casos en que la mujer ha quedado embarazada de manera espontánea”, señala Salvador.

El Hospital Sant Joan de Déu ha sido pionero en la puesta en marcha del programa de trasplante de tejido ovárico para la preservación de la fertilidad. Criopreserva tejido ovárico desde el año 2000. En 2012, por primera vez en España, hizo posible que una mujer sin ovarios pudiera ser madre. A esta paciente se le extirparon los ovarios afectados por tumores benignos. Los profesionales del programa de preservación de la fertilidad le extrajeron y conservaron una pequeña muestra del tejido ovárico sano en 2003, y lo reimplantaron en 2011. Después de un ciclo de fecundación in vitro, quedó embarazada y dio a luz un niño en julio de 2012.

Imagen: Tanque de criopreservación del tejido ovárico. Foto: Banc de Sang i Teixits

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