Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau, junto con científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausane (EPFL), describen el circuito cerebral responsable de las alucinaciones menores en la enfermedad de Parkinson. Los científicos han desarrollado un dispositivo robótico que permite inducir alucinaciones y estudiar los circuitos cerebrales que se activan. El estudio, que acaba de publicar la prestigiosa revista Science Translational Medicine, pone de manifiesto la relación de estas alucinaciones en el contexto y la progresión de la enfermedad de Parkinson y podria ser un indicador para el diagnóstico precoz.

Investigadores del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau – IIB Sant Pau, en colaboración con científicos en la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), acaban de describir el circuito cerebral responsable de las alucinaciones menores en la enfermedad de Parkinson y su posible relación en la progresión de la enfermedad.

El equipo liderado por el Dr. Jaume Kulisevsky, director del grupo de investigación de Parkinson y trastornos del movimiento en el IIB Sant Pau y de la Unidad con el mismo nombre del Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y miembro del Centro de Investigación en Red Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), y por Olaf Blanke, investigador principal en el EPFL de Ginebra, ha desarrollado un dispositivo robótico que permite inducir alucinaciones personas sanas y también en enfermos de Parkinson que, combinado con estudios de resonancia magnética les ha permitido estudiar los circuitos cerebrales responsables y identificar que son los mismos implicados en las alucinaciones formadas que dan lugar a problemas graves a los enfermos de Parkinson.

Alucinaciones que no se tenían en cuenta pero que pueden ser reveladoras

La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más prevalente en el mundo después del Alzheimer y afecta sobre todo a las personas mayores. Se conoce principalmente por el temblor y los movimientos involuntarios en las extremidades que provoca en algunos pacientes, pero en realidad hay muchos otros síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa. Las alucinaciones en estos pacientes son frecuentes, pero sólo se consideraban síntomas de Parkinson las alucinaciones formadas, es decir, aquellas donde la alteración de la percepción es mayor.

¿Alguna vez has sentido que tenías alguien detrás, pero en cambio no había nadie? O bien, ¿te sentías “acompañado” como si hubiera alguna otra presencia en una misma estancia? También es posible que hayas percibido casi que algún animal u objeto pasa deprisa por el rabillo del ojo. Este tipo de fenómenos son las llamadas alucinaciones “menores” o “no formadas”. Son muy frecuentes en enfermos de Parkinson, siendo cada vez más frecuentes a medida que la enfermedad avanza; y también son comunes entre el 5% de la población sana.

En el pasado, no se daba importancia a este tipo de alucinaciones. Se atribuían a la medicación o bien quedaban sin identificar ya sea porque la gente no las comparte, quizá por vergüenza, o bien porque ue los profesionales sanitarios no preguntábamos sobre este tema. Nuestro grupo de investigación ya identificó el papel clave de estas alucinaciones menores en la enfermedad de Parkinson y ahora, con este trabajo podemos concluir que los circuitos cerebrales responsables son los mismos que más adelante causarán alucinaciones mayores, un indicador grave de la progresión de la enfermedad y el deterioro cognitivo de los pacientes“, explica el Dr. Jaume Kulisevsky, investigador del IIB Sant Pau y co-autor principal del estudio que se acaba de publicar en la revista Science Translational Medicine.

Implicaciones prácticas

El estudio, que se ha llevado a cabo con personas sanas y pacientes de Parkinson del Hospital de Sant Pau en Barcelona y en otros hospitales en Suiza y Francia, reafirma las bases funcionales del fenómeno de las alucinaciones y podría ser un buen marcador para estudiar el progreso de la enfermedad. La investigación del grupo liderado por Kulisevsky sobre este tipo de fenómenos y sus trabajos previos indicando las alucinaciones menores como síntomas pre-motores a tener en cuenta, así como la descripción de los circuitos de atención y conectividad visual, hacen posible que este nuevo dispositivo se convierta en una nueva herramienta para el estudio y el diagnóstico del Parkinson. Como en la mayoría de enfermedades neurodegenerativas, hay que hacer esfuerzos en la detección precoz y en identificar dianas orientadas a desarrollar tratamientos que eviten la progresión. El uso de este aparato robótico, en combinación con técnicas de resonancia magnética, ha permitido a los investigadores identificar las redes cerebrales implicadas en las alucinaciones y descubrir diferentes niveles de severidad o deterioro.

De cara a los pacientes y en la práctica clínica, este estudio impactará directamente en los siguientes aspectos:

  • Desestigmatización los pacientes. Los pacientes con enfermedad de Parkinson que experimentan alucinaciones menudo no las comunican, porque temen la estigmatización de familiares, amigos y médicos. Si el tema se aborda desde el inicio y se considera uno de los síntomas a valorar, los pacientes pueden hablar más abiertamente con su médico.
  • Conciencia médica. En función del informe, los médicos son conscientes de las alucinaciones menores y de sus mecanismos cerebrales (y no sólo sobre las alucinaciones visuales formadas en la enfermedad de Parkinson) y deben dedicar tiempo a evaluar la presencia de estos síntomas.
  • Comunicación con pacientes y familiares. El artículo describe los mecanismos cerebrales de las alucinaciones de presencia y su relación con la enfermedad de Parkinson. Los médicos pueden proporcionar una explicación a las personas afectadas, que al encontrarse más informadas pueden conocer y gestionar mejor su enfermedad.
  • Diagnóstico. Esperamos que en un futuro cercano los médicos puedan emplear nuestra “prueba de estrés de alucinación” para inducir alucinaciones de presencia en condiciones seguras y controladas y cuantificar la sensibilidad de alucinación de un individuo. Por lo tanto, nuestro método y procedimiento se añade a los procedimientos médicos relacionados, como por ejemplo la prueba de estrés cardíaco.

Artículo de referenciaBernasconi et al., Sci. Transl. Med., 13, eabc8362 (2021) 28 April 2021. 10.1126/scitranslmed.abc8362

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