Vall d’Hebron ha sido certificado como centro de excelencia en el tratamiento de los tumores neuroendocrinos por la European Neuroendocrine Tumor Society (ENETS). Es la primera vez que un centro en España logra esta certificación. Se trata de un reconocimiento conjunto al Hospital Universitario Vall d’Heborn y al Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO). Estaba previsto que este certificado se entregara al Dr. Jaume Capdevila, responsable de la unidad de tumores neuroendocrinos del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigador del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del VHIO (Vall d’Hebron Instituto de Oncología), durante la ceremonia de entrega de premios de la 17th Annual ENETS Conference, que se debía de celebrar en Barcelona esta semana. Debido a las excepcionales circunstancias a causa del COVID-19 se ha realizado virtualmente. El Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del VHIO tiene como investigadora principal a la Dra. Teresa Macarulla, también oncóloga del Hospital Universitario Vall d’Hebron, y está dirigido por el Dr. Josep Tabernero, jefe de Servicio de Oncología Médica del mismo Hospital y director del VHIO.

La ENETS es un organismo médico independiente fundado en 2004 y cuya sociedad cuenta ya con cerca de 1.400 miembros que pertenecen a una gran variedad de campos como la oncología, la radiología, la medicina nuclear, la endocrinología o la cirugía entre otros. “Los tumores neuroendocrinos presentan numerosos problemas clínicos complejos que hacen necesario este abordaje multidisciplinar”, explica el Dr. Jaume Capdevila, presidente del Grupo Español de Tumores Neuroendocrinos y Endocrinos (GETNE).

Para conseguir esta acreditación, Vall d’Hebron ha superado una auditoría externa en la que se valoraron diferentes aspectos. Por ejemplo, se establece un mínimo de 80 nuevos pacientes anuales de tumores neuroendocrinos digestivos o que el centro debe ser altamente activo en investigación. “En este sentido, Vall d’Hebron puede considerarse como uno de los centros con mayor actividad investigadora en este tipo de tumores y en los últimos siete años ha participado en 26 ensayos clínicos y ha incluido más de 150 pacientes”, explica el Dr. Jaume Capdevila.

Esta certificación de ENETS es el máximo reconocimiento en el ámbito de los tumores neuroendocrinos y ha sido posible gracias a la visión multidisciplinar y transversal con la que se abordan estos tumores en Vall d’Hebron. Tanto en el ámbito asistencial, a través de un comité que lo conforman cirujanos, expertos en anatomía patológica, especialistas en medicina nuclear y angioradiología, además de especialistas en endocrinología y aparato digestivo y, por supuesto de la oncología médica, como en el ámbito de la investigación, a través de la traslacionalidad y el expertise de VHIO. “El trabajo conjunto de Campus, gracias al Hospital Universitario Vall d’Hebron, junto con el Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), permite una traslación real de los resultados de investigación, a nivel pre-clínico y clínico, que se traduce en el liderazgo de ensayos clínicos de esta especialidad y a un gran número de pacientes incluidos en estos ensayos. Es importante destacar el valor de este certificado pero, sobre todo, destacar la importancia de tratar a los pacientes de una enfermedad tan compleja y minoritaria en un centro único y de referencia que reúna toda la expertise y garantías de excelencia”, comenta el Dr. Capdevila.

La importancia de un centro de excelencia para el diagnóstico precoz

Los tumores neuroendocrinos constituyen un grupo heterogéneo de tumores, siendo algunas de sus localizaciones más frecuentes el páncreas o el tracto digestivo, aunque pueden surgir en prácticamente cualquier órgano del cuerpo. Se trata de un tipo de tumor relativamente poco frecuente, con una incidencia anual de menos de 10 casos por 100.000 habitantes, aunque en los últimos años se ha observado un aumento de su incidencia, principalmente debido a la mejoría de las técnicas diagnósticas y una mejor identificación de los casos.

Aunque su incidencia es baja, su prevalencia es significativa debido a la historia natural de la mayoría de estos tumores, con un lento crecimiento y una larga supervivencia, siendo la segunda neoplasia avanzada más prevalente del tracto digestivo tras el cáncer colorrectal.

Debido a que la mayoría de estos tumores son esporádicos y no presentan una causa ni unos factores de riesgo conocido, no existen formas de prevenir estas neoplasias. “Tampoco se realizan exploraciones rutinarias para su diagnóstico precoz, teniendo en cuenta que además son tumores poco frecuentes. La concienciación social y la divulgación médica son las únicas medidas que se pueden implementar hoy en día para conseguir un diagnóstico más precoz de la enfermedad”, explica el Dr. Jaume Capdevila

A causa de su baja frecuencia, crecimiento lento, y presencia de síntomas inespecíficos, con frecuencia existe un retraso en el diagnóstico, que puede prolongarse incluso varios años. Por este motivo, es importante que el diagnóstico y tratamiento de los tumores neuroendocrinos se realice en unidades especializadas como el Vall d’Hebron, que ahora ha logrado esta acreditación como centro de excelencia.

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