Especialistas de Clínica apuestan por un tratamiento ambulatorio para curar las varices pélvicas, una patología muy común en las mujeres que han sido madres y que provoca dolor abdominal crónico que, en algunos casos, resulta invalidante.

“Se trata de un dolor que recuerda al del periodo, pero fuera de ciclo, y que aumenta al estar de pie. Además, puede provocar otros síntomas, como pesadez en la parte inferior del abdomen o dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales)”, explica el Dr. José Ignacio Leal, especialista en Cirugía Vascular. Las varices pélvicas aparecen en la mayoría de las mujeres que han tenido una gestación, pero solo sufren los síntomas alrededor del 50%.

Se trata de una patología muy prevalente pero difícil de diagnosticar, ya que hasta hace escasos años no se sabía de su existencia, aseguran los especialistas. Además, los doctores explican que se trata de una enfermedad que no es posible diagnosticarla con los protocolos actuales.

“Por eso, vemos a pacientes que llevan varios años con dolores pero que no están correctamente diagnosticadas porque, aunque el resultado de las pruebas que se les han realizado (gastroscopias, ecografías, colonoscopias, tac...) son normales, las pacientes continúan con dolores. Por eso, a día de hoy se sabe que es necesario realizar pruebas especialmente dirigidas para diagnosticarlas”, añade el Dr. Alberto Alonso, especialista en Radiología.

La duración total de la intervención ambulatoria es de una hora. “Las varices pélvicas son una red de venas que no funcionan con normalidad. El objetivo del tratamiento es embolizarlas (cerrarlas) para redirigir la sangre a las venas sanas. Habitualmente se utilizan coils, pero son elementos fijos que sólo pueden cerrar las varices más grandes. Nosotros utilizamos agentes embolizantes líquidos, muy eficaces, ya que con ellos conseguimos cerrar toda la red, independientemente de su tamaño y en una única sesión”, argumenta el Dr. Alonso.

“Además, realizamos el procedimiento con una punción en el brazo (con la paciente despierta) en vez de acceder por el cuello o por la ingle, ya que la intervención es mucho más segura y la recuperación más rápida. De hecho, la paciente se va del hospital únicamente con un pequeño apósito, como si se hubiese sacado sangre”, declara el Dr. Leal.

Se trata de una técnica con altísimas tasas de éxito, ya que al 90% de las mujeres le disminuye significativamente el dolor y, alrededor del 50%, les desaparece por completo. “Es un tratamiento muy sencillo que se puede repetir sin problema si la paciente vuelve a quedarse embarazada y reaparecen las varices pélvicas”, añade.

Este eficaz procedimiento ha sido posible gracias a la colaboración de especialistas en equipo multidisciplinares (radiólogos intervencionistas y cirujanos vasculares).

Los Dres. Alberto Alonso y José Ignacio Leal realizan este tratamiento en la Clínica.

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